La Xunta de Galicia y los rectores de las tres universidades gallegas han alcanzado un preacuerdo para la descentralización del grado de Medicina, actualmente impartido en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y que, con el consenso, contará con nuevas unidades docentes en Vigo (UVigo) y A Coruña (UDC).
De esta forma, estas otras dos universidades aceptan «retrasar» la solicitud de una facultad en sus respectivos campus; aunque, en el caso de A Coruña, «sigue trabajando» en su tramitación. Con todo, ninguna podrá presentar formalmente esta solicitud durante la vigencia del acuerdo porque llevaría a su incumplimento. La Xunta tampoco podrá autorizar ninguna titulación de carácter privado.
Este primer consenso implica que presentarán un «documento único» al grupo de trabajo establecido para la descentralización de Medicina, que se reunirá la semana que viene. «La decisión la tendrá que tomar el grupo de trabajo, en la que están representados todos los actores», ha matizado el rector de la UVigo, Manuel Reigosa, quien ha anunciado esta decisión.
Lo ha hecho acompañado de sus homólogos en Santiago, Antonio López, y A Coruña, Ricardo Cao, y del conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y el responsable autonómico de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, que este jueves tenían prevista una comparecencia en conjunto para firmar convenios en materia de I+D+i.
«Los atrancos que teníamos nos van a permitir presentar un documento único y consensuado, que está basado en la formación de unidades docentes, tanto en Coruña como en Vigo, además de en Santiago. Permitirá que haya profesorado de distintas categorías contratado por las universidades gallegas», ha expuesto Reigosa.
NUEVAS UNIDADES DOCENTES
La descentralización, que afectará a los tres últimos cursos del grado (4º, 5º y 6º), permitirá que Vigo y A Coruña incorporen, al menos, un 50% de profesorado propio. De este modo, las nuevas unidades docentes combinarán profesionales de la UVigo y la UDC con otros de la USC.
Además, según ha detallado Antonio López, el reparto de alumnado será del 25% para cada nueva unidad: Santiago se quedaría con 200 (por curso) y Vigo y A Coruña con 100 cada una. «Como criterio general. Esto necesitará, en cada curso y cada año, ir concretando en función de las necesidades», ha matizado.
En base al preacuerdo, el proceso arrancaría, de forma progresiva, el curso que viene y se completaría en un plazo de tres años, de forma que en el 28/29 ya habría finalizado su implantación. Con todo, el cumplimiento se revisará cada año a través de una comisión de seguimiento, de la que todavía se desconoce quién formará parte.
Este preacuerdo tendrá que ser «matizado o corregido» por el grupo de trabajo, pero permitirá empezar a avanzar en el desarrollo de una docencia descentralizada: «Que sea lo mejor para la formación de los médicos y con la que todos podamos sentir útiles», ha añadido Reigosa.
«RETRASO» DE LA SOLICITUD DE NUEVAS FACULTADES
Tras este consenso, la UVigo y la UDC «retrasan» la solicitud de nuevas facultades, a lo que sus consejos de gobierno habían dado su conformidad. «El acuerdo retrasa esa posible solicitud de titulación», ha apuntado Reigosa, que se muestra «optimista» sobre el mismo.
El rector de la UDC, el primero en abrir la puerta a una nueva facultad, ha ratificado que también «retrasan» su solicitud. «Esto no significa que no sigamos trabajando en ello», ha matizado. Preguntado por su satisfacción, Cao ha afirmado: «Como dije hace unos meses, dialogar hasta la extenuación».
Además de insistir en la evaluación anual del cumplimiento, ha querido destacar, dentro del preacuerdo, el «mantenimiento» de la «vinculación única» de cada hospital a su universidad «territorialmente cercana» y de las condiciones de los Institutos de Investigación Sanitaria (IDIS) junto con los hospitales correspondientes.
«PUNTO DE ENCUENTRO»
Por su parte, el conselleiro de Educación, que siempre ha apoyado la descentralización, se ha mostrado satisfecho con el consenso: «Todos fuimos capaces de llegar, desde posiciones antagónicas, a un punto de encuentro». «Estoy seguro de que ninguno de los que estamos aquí estamos contentos al 100%», ha puntualizado, al tiempo que ha destacado la «confianza» y «respeto» mutuos mostrados por todas las partes.
Asimismo, el rector de la USC, en su primera valoración, ha asegurado que el preacuerdo «va en la línea» de lo que su universidad defendía: la «implicación» de «todo» el sistema sanitario de Galicia y «todas» las universidades.
Posteriormente, en una rueda de prensa propia –convocada con antelación–, lo defendió como una «buena solución», aunque admitió que la USC «cede bastantes cosas». Por ejemplo, ha sugerido que sería «más cómodo» si la descentralización se pudiese «dilatar más» en el tiempo.
«Esto tiene un compromiso y es que no se pongan en la mesa iniciativas de nuevas titulaciones mientras dure el acuerdo. También existe un compromiso para la Xunta, en el sentido de que durante este tiempo no deben autorizarse otras titulaciones, ni públicas ni privadas, de Medicina», ha clarificado.
Además, Antonio López ha avanzado que, en contrapartida, el acuerdo consta con una «cláusula de salida», de forma que, en el momento en el que se incumpla de cualquier forma, se «abriría» la posibilidad de implantar nuevas titulaciones.

