La conselleira de Política Social e Igualdade, Fabiola García, ha defendido su modelo de cuidados para mayores, destacando que a la Xunta no le ha «temblado la mano» a la hora de cerrar aquellas residencias con deficiencias en los cuidados, como los ourensanos de Amoeiro y Xinzo.
Así se ha expresado la conselleira este miércoles durante el pleno del Parlamento, en respuesta a una interpelación formulada por la diputada del BNG, Olalla Rodil, sobre el modelo de cuidados para los mayores y la modificación de la normativa que regula las ratios de usuarios por cada profesional de atención directa en los centros residenciales.
Rodil ha señalado que el cierre de residencias por deficiencias en los cuidados, si bien son «casos extremos», «evidencian las consecuencias de hacer de un derecho fundamental, la vejez digna, un negocio lucrativo para un puñado de empresas».
La nacionalista ha expuesto que en estos últimos cinco años, «lejos de mejorar», la situación ha empeorado. Sobre esto, ha señalado que no hay más personal que antes del Covid y que este trabaja en condiciones «absolutamente precarias».
Para ejemplificarlo, ha remarcado que hay trabajadoras que tienen que atender a 10 personas cada una. También ha apuntado que la inspección de trabajo ha alertado del «riesgo físico y mental» al que se enfrentan las trabajadoras de uno de los centros de Vigo.
Además, ha censurado que, «en contra de lo que dice la propia ley del PP», sean internadas personas drogodependientes y con trastornos psiquiátricos, en vez de derivarlos a centros específicos.
Para Rodil, esta es una situación «inadmisible» en cualquier sistema democrático; una situación ante la que ha acusado al PP de no actuar con firmeza. «Se dedican a perseguir a quien denuncia la situación», ha censurado, respecto a los inspectores de residencias.
NUEVO MODELO DE CUIDADOS
Fabiola García ha negado con rotundidad estas afirmaciones, recordando que el servicio de inspección de servicios sociales depende de la Consellería y que a la Xunta «no le tembló la mano» a la hora de tomar medidas, precisamente, en los centros de Amoeiro y Xinzo.
Respecto a las ratios, ha explicado que estas no son estáticas, sino dinámicas, y que se modifican en función del número de residentes de cada centro y de su grado de dependencia.
En esta línea, ha apuntado que el objetivo del Gobierno gallego es caminar hacia «un nuevo modelo de cuidados, centrado en las personas» y garantizar así una mejor atención. Para ello, ha continuado, han regulado también la organización de los centros atendiendo a unidades de convivencia, 25 personas, para conseguir «lugares más cómodos y reducidos, fomentando la intimidad y la sensación de hogar».
Por último, y volviendo a lo ocurrido en las residencias ourensanas, ha lamentado que los nacionalistas hayan pedido su cese por «hacerlo bien» y «respetar la decisión de la inspección de servicios sociales», cerrando de forma inmediata los centros.