El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mantiene su aval a la decisión de cerrar el paritorio del Hospital de Verín (Ourense). Y es que, aunque ha afirmado entender la «incomodidad» de las mujeres de la comarca, ha añadido que su «conciencia» no le permite tomar decisiones «en contra del criterio de los pediatras y obstetras» del área de salud ourensana.
«No cuente conmigo para hacer política en contra de la seguridad de las mujeres y en contra de los bebés que nacen en Galicia», ha proclamado Feijóo, en respuesta a las duras críticas de la portavoz del BNG, Ana Pontón, quien ha preguntado al presidente si le gustaría que «el recorte» de servicios en Verín afectase «a su compañero» o a «su hijo», si «tuviese fiebre y lo tuviese que levantar de la cama para desplazarse durante 60 o 90 minutos».
La dirigente del BNG, que está embarazada, ha asegurado que se siente «más segura» sabiendo que no tendrá que desplazarse «cien kilómetros» para dar a luz. «Y lo que no quiero para mí, no lo quiero para las mujeres de este país», ha apostillado, mientras Feijóo ha pedido a los nacionalistas «un poco de respeto por el criterio clínico», que «dejen de hacer demagogia» y que «se tomen en serio» la sanidad.
Antes de que el socialista Gonzalo Caballero también mencionase la situación de la sanidad gallega y afease los «recortes» al presidente, Feijóo se ha reafirmado en que la decisión de cerrar el paritorio de Verín se adopta por razones de «seguridad» para las mujeres y los neonatos. Y también ha aprovechado para comprometerse a «seguir mejorando y ampliando» el hospital y su cartera de servicios.
«Verín multiplicará por tres su área de urgencias. ¿Acaso tienen menos importancia que un parto que puede ser programado. ¿Se ríe del criterio de todos los obstetras y pediatras de Ourense?», ha preguntado a Pontón, después de mostrar un documento firmado por 44 pediatras y ginecólogos del área sanitaria ourensano, de los que parte –ha remarcado– «son mujeres».