La artesanía gallega vive un buen momento en cuanto a número de artesanos y artesanas, más de 800, con un trabajo de «calidad» reconocido tanto dentro como fuera de Galicia, aunque con dificultades de relevo generacional, sobre todo en algunos oficios.
Así lo apunta, en declaraciones a Europa Press, José Manuel Salvado Sanín, presidente de la Asociación Galega de Artesáns (AGA), que destaca el buen momento que viven algunos oficios, como es su caso con la fabricación de instrumentos frente a las dificultades de otros, haciendo alusión, además, a las dificultades de relevo generacional en algunos productos artesanales.
«Hay muy buenos artesanos, muy reconocidos en toda la península, y el nivel de calidad de la artesanía en Galicia es muy alto», señala para precisar que aún así el relevo generacional es «difícil». «La gente va incorporándose al sector no de la manera que debería ser, debería entrar más gente joven de la que está entrando».
«Existe un cierto relevo pero no grandísimo», asegura para incidir en que dedicarse a esta profesión supone «dar un salto al vacío». En su caso, un artesano dedicado a instrumentos tradicionales como panderetas o bombos, indica que no hay pesimismo de cara al futuro. Esto lo vincula con «el auge» de la música tradicional gallega.
«Cuando empecé hace 35 años había tres artesanos en Galicia que hacían percusión y ahora hay más de 40, sobre todo en los últimos años, es algo que crece y que está vivo», apostilla para contraponer esta situación a la de otros profesionales como los «cesteiros». Mientras, destaca el buen momento de actividades como el cuero o la joyería.
«Hemos consolidado y enseñado el valor de la artesanía, que es un valor cultural que va más allá de lo mercantil, lo que fabricamos, lo que hacemos es algo relacionado con la cultura, con la identidad de nuestro pueblo», sentencia al remarcar su trabajo.
MOSTRART
En relación a la labor expositiva que promueven, resalta el éxito de la feria de artesanía en A Coruña, Mostrart, que este año llega a su 41 edición. Con 50 expositores gallegos y 11 de fuera, recalca que es una feria «muy consolidada». «La más importante de Galicia y de las más importantes que se celebran en toda la península».
Se trata de un evento en el que hay artesanos que están durante todo el mes, del 1 al 31 de agosto, fecha de su celebración, a otros que solo están una o dos semanas.
El presidente de AGA vincula esto con la falta de espacio para atender todas las demandas en una feria con 61 artesanos participantes, pero por la que mostraron interés 120. No obstante, el número de puestos físicos se limita a 43 en total. Con una amplia presencia de artesanos y artesanas gallegas, hay también representación de Madrid, Zaragoza, Andalucía y Valencia.
De Mostrart, reivindica el éxito de este evento y un público fiel. Al respecto, explica que en este tipo de ferias la mayoría son mujeres, con una «sensibilidad» al trabajo de los artesanos y artesanas y que buscan la calidad en los productos. «Mayoritariamente mujeres que tienen una cierta sensibilidad por lo estético, por lo artístico», resume.
COMPETENCIA
Frente a este tipo de ferias, cuestiona otros eventos promovidos por empresas que no están vinculados a artesanos y lamenta que esté prevalenciendo su presencia. Así, apunta al caso de Vigo en el mercado de Navidad y a lo que, avanza, ocurrirá este año en A Coruña en esas fechas o lo que les pasó antes en Portonovo.
«Con mucho sacrificio y valentía cambiamos un mercado playero y hippie por uno de artesanía y luego esa empresa nos ocupa ese especial llenándolo de cosas con un margen comercial enorme porque son de importación, con poco valor añadido y mucho oportunismo», indica en relación a este último caso.
Del Ayuntamiento de A Coruña, incide en que «siempre nos ha apoyado mucho», pero lamenta que sea una empresa foránea la que organizará, explica tras una reunión, el mercado navideño en María Pita y añade que, aunque se les ofrece la opción de poder estar, les saldría más caro. «No queremos estar en un espacio que nos saca valor», sostiene.
Cuestionado sobre el apoyo de administraciones como la Xunta, incide en que lo hay pero que su sector tiene que ser «el pepito grillo pidiendo ayudas» y para que se regule el sector. «Pueden hacer más sí, aunque nos apoyan», sostiene.

