Decenas de trabajadores y vecinos de Verín se mantienen encerrados en el Hospital de Verín, a la espera de que la asamblea prevista para las 14,00 horas por la comisión delegada determine las medidas que se tomarán a partir de ahora.
El encierro ha continuado a lo largo de la noche de este lunes con catres improvisados en algunos pasillos del centro que todavía podían verse en la mañana de este martes.
Precisamente, esta mañana de martes el gerente del Hospital de Verín, Miguel Abad, le ha trasladado a los concentrados que, de mantenerse los cánticos y actitudes reivindicativas producidos durante este lunes, se vería en la obligación de ordenar el desalojo de los participantes.
El encuentro con el gerente ha sido un momento tenso, en el que se han oído gritos de los presentes como «esto es una vergüenza». Una mujer ha trasladado a Abad que «si realmente entendiera el sentir común», estaría de su lado.
«¿Pretendéis que nos sentemos en un sillón y dejemos que esto todo pase y vaya a más mientras nos vamos para Ourense?», ha cuestionado otra de las presentes durante el diálogo con Miguel Abad.
«DEFENDER LO INDEFENDIBLE»
También se han escuchado críticas contra el gerente por parte de personas que han pedido la «dimisión» del gerente por «defender lo indefendible».
Durante el encuentro, Miguel Abad ha intentado calmar los nervios y les ha traslado a los presentes que estaba allí «para recoger su malestar y quejas y tratar de transmitirlo».
Así las cosas, después de este encuentro, la jornada ha continuado con un tono menos caldeado.