El transportistas del carbón que sobre las cuatro de la tarde de este lunes fue detenido por la Policía Nacional tras un incidente con agentes pertenecientes a la comisaría de Ferrol-Narón ha quedado en libertad sobre las 19,00 horas.

El transportista es uno de los más de 140 afectados por la paralización de la central térmica de Endesa en As Pontes de García Rodríguez (A Coruña).

En la comisaría de Ferrol-Narón se le ha tomado declaración, mientras en el exterior lo aguardaban otros compañeros concentrados. El hombre fue detenido en la glorieta situada en las proximidades del acceso y salida al puerto interior de Ferrol, cuando los transportistas impedían el tráfico de todo tipo de vehículos por la zona.

Ante esta actitud, los agentes les comunicaron que tenían que deponer la protesta, ya que de lo contrario tendrían que utilizar la fuerza para desalojarlos, momento en el se produjo un cruce de palabras entre un transportista y una agente, que finalizó con la detención de este, que fue inmovilizado en el suelo y esposado.

Durante este lance fue cuando el profesional de la carretera sufrió un esguince en la zona de un tobillo, por lo que fue trasladado al servicio de urgencias del Hospital Arquitecto Marcide, en un vehículo policial, para recibir atención médica. Fue dado de alta una hora más tarde y llevado a comisaría, para recogerle declaración y puesto en libertad minutos más tarde.

ATROPELLO SIN DAÑOS

Por otra parte, mientras se producían estos incidentes, otro camionero resultó arrollado por un conductor en esta misma glorieta, que logró saltarse la retención. El hombre no resultó herido.

Los transportistas del carbón ya adelantaron hace unos días que endurecerían las medidas de protesta tras llevar casi tres meses encerrados en los ayuntamientos de Ferrol y As Pontes de García Rodríguez (A Coruña), después de la paralización en la central térmica de Endesa en esta última localidad.

Ellos son los encargados de transportar el derivado fósil que llega en barco al puerto exterior de Ferrol hasta las instalaciones energéticas, situadas a unos 40 kilómetros de distancia. Aseguran que llevan siete meses sin trabajar y que tienen que hacer frente a préstamos y créditos para poder pagar sus vehículos articulados.