La CIG ha presentado este lunes una queja ante la Valedora do Pobo para que la Consellería de Educación, Ciencia, Universidade e FP se siente a negociar una «salida justa» a la «chapuza de funcionarización que montaron» respecto a los cocineros de comedores escolares y que «supuso una rebaja profesional de las escalas» para acceder a estos puestos.
Esta decisión, han apuntado esta mañana ante los medios, dejó a los cocineros de los comedores en la escala del subgrupo C, por lo que en las nuevas contrataciones solo se exige el título de Enseñanza Secundaria Obligatoria y no una formación técnica específica en la materia.
A consecuencia de esto, según ha explicado la secretaria nacional de la CIG-Autonómica, Zeltia Burgos, en este curso ya llevan varias ofertas de empleo para la escala funcionarizada en el C2 (Escala Auxiliar de cocina) «sin ningún requisito de titulación académica en cocina».
Destaca que esto implica que las dietas especiales, intolerancias, control de alérgenos, seguridad e higiene alimentaria «no están garantizadas en los comedores escolares públicos de la Xunta, por colocar al personal C2 como responsable de las cocinas de los centros de educación».
Señalan que esta medida provoca la «rebaja profesional» en las cocinas dependientes de la Xunta, debilitando la calidad de un servicio público fundamental para familias y niños, y poniendo en riesgo su salud y nutrición».
Para la central sindical, el problema deriva de la «incorrecta» clasificación del personal en el grupo que le correspondería por titulación y según recoge el EBEP: ciclo superior de cocina en el grupo B y en el ciclo medio de cocina en el C1.
DENUNCIAN QUE LA CONSELLERÍA «SE NIEGA A RECTIFICAR»
Critican también que la creación de plazas y la asignación de escala en los centros «se hicieron sin criterios objetivos en base a la carga de trabajo».
Así las cosas, ante la negativa de la Consellería a «negociar y rectificar» su criterio, la CIG acordó dirigirse a la Valedora para «requerirle que inste a buscar una solución urgente, ya que además de lo anterior, las cocinas y los comedores públicos tienen la obligación de implantar un sistema Análisis de Puntos de Control Críticos (APPCC) y un Programa de Seguridad Alimentaria que incluye la rastreabilidad de los alimentos y las buenas prácticas en la manipulación de estos».
Burgos ha incidido en la «contrariedad» que supone que el Gobierno gallego y la propia Consellería proclamen que la Formación Profesional en Galicia «es una prioridad estratégica de la política educativa y de formación» mientras que «para su propio personal prefiere contratar personas sin titulación técnica en sus cocinas».