Unións Agrarias ha solicitado al Laboratorio Interprofesional Galego de Análise do Leite que las muestras obtenidas entre este martes y miércoles, tras la caída de la red eléctrica en la jornada del lunes, no sean tenidas en cuenta para posibles penalizaciones en el precio del producto.
«Hay alguna industria [dentro del sector] que, por una muestra con una bacterología alta, obliga a tirar toda la leche o a descontar su precio», ha explicado en declaraciones a los medios el secretario general de Unións Agrarias-UPA, Roberto García, que ha calificado de «actuación rastrera» el supuesto en el que ese criterio se aplicase para esta situación de excepción.
Estas posibles variaciones en sus valores están sujetas a la alteración de la cadena de frío, ya que, en algunos casos, los ganaderos han tenido que destinar la energía de la que disponían para atender «cualquier otra circunstancia grave», como el ordeño.
Con todo, García ha precisado que únicamente se refiere a niveles bateriales que no afecten al consumo: «Los tests de control se están realizando, por lo que cualquier muestra que tenga algún tipo de anomalía que afecte a la calidad de la leche para el consumo humano seguirá el proceso de penalización».
Aunque el apagón ha causado «importantes pérdidas» a los agricultores y ganaderos gallegos, el representante de la entidad ha destacado que las «explotaciones más competitivas» de leche, carne o pollo estaban preparadas para este tipo de circunstancias, con generadores o la utilización de la toma de fuerza de los tractores.
Esto se debe a «un sistema eléctrico que fallaba con demasiada frecuencia» y que les obligó a estar preparados para estas situaciones. Además, el «grado de solidaridad» también se ha puesto de manifiesto ante la caída de la red eléctrica.