El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha confirmado que se revisarán los protocolos tras los incidentes en la previa del partido entre el Deportivo y el Málaga, con destrozos en un local vinculados a ultras de este club y dos detenidos por enfrentamiento con la Policía en el caso de aficionados del club coruñés.
A preguntas de los periodistas, el delegado del Gobierno ha trasladado la «repulsa y condena» por los hechos, además de la «solidaridad» a los propietarios del local.
Mientras, tras las críticas de la regidora herculina, Inés Rey, ha manifestado que la Policía Nacional ha tomado «nota» y que se van a revisar «los protocolos de actuación». Pedro Blanco, que ha resaltado el que no hubiese «enfrentamientos» entre aficiones, ha asegurado que se aplicó los protocolos existentes, pero ha admitido que hay que «actualizarlos».
Lo ha hecho al se preguntado también por las denuncias del Sindicato Unificado de Policía, según el cual había seis agentes. Por otra parte, ha rechazado vincular la actuación policial en Santiago, con detenidos al término de una manifestación por Palestina, con lo ocurrido en A Coruña en relación a lo hecho en este caso.
«En la manifestación a prol de Palestina no hubo incidentes, ocurren con posterioridad por parte de un grupo muy reducido, que irrumpe en local hostelero y cortan el tráfico, mezclarlo es denigrar un derecho a la manifestación», ha sentenciado al ser cuestionado por las manifestaciones hechas desde las filas del BNG.
LA ALCALDESA URGE MEDIDAS
Mientras, a preguntas de los periodistas, la alcaldesa de A Coruña ha vuelto a demandar medidas. «Está bien que se revisen los protocolos policiales, pero no debería haber sucedido lo que ha pasado el sábado en la ciudad y el domingo», ha insistido.
Además, ha cuestionado que se permita la entrada a recintos deportivos «a energúmenos que solo buscan sembrar de terror las calles de una ciudad, debería estar terminantemente prohibido».
«Hemos avanzado en los últimos años en la seguridad en los estadios, pero hay que hacerse mirar el permitir la entrada en recintos deportivos a estas personas que solo hacen disturbios callejeros». «Es intolerable, va contra los valores del deporte y hay que empezar a tomárselo en serio y reforzar la presencia policial cuando se declara un partido de alto riesgo», ha recalcado.