La aplicación del acuerdo alcanzado en octubre de 2023, por el que a partir del próximo curso 2024/25 se empezarán a reducir el número de alumnos por aula y el horario lectivo de los centros, ha centrado las que han sido las primeras reuniones de la nueva legislatura entre el conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades e FP, Román Rodríguez, con los cuatro sindicatos representados en la mesa sectorial: CIG, CCOO, ANPE y UGT.
La CIG-Ensino, pese a no firmar aquel acuerdo –como sí hicieron las otras tres organizaciones–, ha alertado sobre la «alarmante» intención de la Consellería de aplicar las «escasas» medidas recogidas en él pero de manera «progresiva». Según denuncia el sindicato más representativo de la educación pública gallega, hay centros y ámbitos en el que el acuerdo no se está cumpliendo.
Otros de los puntos en los que han coincidido los sindicatos han sido la agilización de la elaboración del plan de igualdad para toda la enseñanza y el pago de las vacaciones para todos los profesores sustitutos que trabajen más de cinco meses y medio.
Según informa la Xunta en un comunicado, el conselleiro, que ya estaba al frente de este departamento la anterior legislatura, ha explicado a las organizaciones que trabaja para «continuar avanzando en un sistema educativo de calidad e innovador, avalado por los resultados» en ámbitos como la inclusión y la convivencia.
No en vano, Román Rodríguez y su equipo ha reivindicado el acuerdo de octubre de 2023 que permitirá, en concreto, que ya en septiembre se reduzca el número de alumnos por aula de 25 a 20 en 4º de Educación Infantil, algo que se extenderá año a año a los siguientes niveles hasta 6º de Primaria. En ESO y Bachillerato, la reducción de las ratios está pospuesta a una negociación posterior.
Además, en virtud del mencionado acuerdo, que incluye también medidas retributivas ya aplicadas, las horas de clase de Infantil y Primaria bajarán el próximo curso de 25 a 23 por semana.
LA CIG LAMENTA «CONTINUISMO»
Por parte de los sindicatos, la CIG ha lamentado encontrarse con «continuismo y autocomplacencia» al inicio de esta nueva legislatura. La central nacionalista ha alertado de las «escasas» mejoras del mencionado acuerdo, que no firmó por considerarlo insuficiente, y ha incidido en el «profundo malestar del profesorado» con respecto a sus condiciones laborales y el funcionamiento del sistema educativo.
El secretario nacional de CIG-Ensino, Suso Bermello, asegura respetar «la voluntad popular» en las elecciones autonómicas de febrero, tras las cuales el PP continuó al frente de la Xunta; pero lamenta que en la Consellería «no ocurre lo mismo».
En este sentido, ha recordado que su sindicato recogió «más de 16.000 firmas» en cinco semanas en contra del pacto firmado «con una minoría sindical» y que «no incluye ninguna de las reclamaciones históricas», como la vuelta al horario lectivo previo al 2011, que constaba de 21 horas en Infantil y Primaria, y de 18 en Secundaria. Asimismo, Bermello se ha quejado de que la reducción de las ratios se vaya a producir «solo en 4º de Infantil» a partir de septiembre, «esperando que la caída de la natalidad ya vaya haciendo el resto».
La CIG también ha reclamado, entre otros asuntos, un impulso al gallego en el sistema educativo y una mejora de la atención a la diversidad; y ha aprovechado para mostrar su malestar por la falta de negociación de la oferta de la FP.
«UN INICIO»
Por parte de CCOO, su coordinador en enseñanza, José Fuentes, cuenta a Europa Press que su reunión no fue «ni positiva ni negativa, porque no hubo respuestas» a sus reclamaciones. Así, confía en que este primer encuentro sea «un ariete, un inicio» para poder empezar a negociar en la nueva legislatura.
Sobre el acuerdo de octubre, CCOO ha demandado que la Inspección de la Consellería dé «instrucciones claras» e «iguales» a los equipos directivos sobre su aplicación. Asimismo, ha pedido que, igual que el personal público de otras consellerías –como Sanidade y Política Social–, se aplique en Educación la jornada laboral de 35 horas pactada en el ámbito estatal.
También ha pedido Fuentes que «se agilice» tanto la negociación de las ratios en Secundaria como los trabajos para reducir la carga burocrática del profesorado, para que sus medidas se puedan implantar ya en septiembre. A su vez, ha urgido una mejoría para lo que llama «el personal olvidado», es decir, los trabajadores de servicios como, por ejemplo, los comedores y la limpieza.
Por parte de ANPE, han acudido a la reunión con Román Rodríguez su presidente nacional, Francisco Venzalá, y el máximo responsable en Galicia, Julio Díaz. Lo principal que han demandado ha sido una «aplicación efectiva y rigurosa» del acuerdo de ratios y horario lectivo, con su correspondiente comisión de seguimiento.
Asimismo, ANPE ha reclamado a los representantes autonómicos una normativa autonómica que permita compatibilizar la labor en la educación pública con otras actividades remuneradas; aparte de una mayor presión al Gobierno central para que todo el personal docente se integren en un único grupo funcionarial A1.
Este sindicato espera que sus peticiones «no caigan en saco vacío y puedan materializarse en los próximos años», porque «es hora de recuperar todos los derechos sociales, económicos y laborales perdidos».