El concejal de Urbanismo de Santiago de Compostela, Iago Lestegás, ha cifrado en cerca de 100 las tiendas de souvenirs que se sitúan en el casco histórico de la capital gallega, un ámbito «bastante pequeño» y en el que ve necesario «garantizar la diversidad de usos».
En declaraciones a los medios este martes tras el anuncio de suspensión de las licencias y comunicaciones previas de actividad relacionadas con el turismo, la hostelería o el uso residencial en el casco histórico para estudiar cómo proteger el comercio de proximidad y fijar población en la zona vieja, Lestegás ha señalado que en calles próximas a la Catedral «entre un 30 y un 60 por ciento de los locales» están ocupados por tiendas con actividad de este tipo.
En opinión del concejal de Urbanismo, los espacios «más simbólicos» son los más afectados por «la homogeneización de este tipo de establecimientos». «Es una concentración muy elevada de un tipo concreto. Queremos garantizar la diversidad de usos, que es fundamental para que un barrio funcione bien», ha manifestado.
Así, ha vuelto a explicar que el Gobierno local adopta esta «suspensión cautelar» para estudiar una modificación de planeamiento que «tiene por objetivo proteger el comercio de proximidad», por lo que los establecimientos afectados son aquellos que quieran ofrecer servicios que «no atienden directamente a las necesidades de la población residente».
COMERCIOS DE PROXIMIDAD
Como ejemplo, ha expuesto que no se autorizará la apertura de nuevas consignas automáticas de equipaje, ni tampoco tiendas que vendan exclusivamente recuerdos convencionales, así como la apertura de nuevos establecimientos de ocio y restauración, hasta que se apruebe la modificación.
«Sí que se podrán seguir abriendo comercios de proximidad, que proporcionen bienes y servicios esenciales para la población residente, para los vecinos, como tiendas de alimentación, zapatería, tiendas de ropa, una panadería, una carnicería…», ha reiterado el edil.
Lo que se busca, ha añadido, también es evitar que «durante este año de estudio de la modificación se siga profundizando en el proceso de transformación que está sufriendo la ciudad histórica desde hace años».
COMPLEMENTARIEDAD DEL USO RESIDENCIAL Y COMERCIAL
En esta línea, ha defendido que el uso residencial y comercial «son complementarios». «Sin residentes no hay comercio y sin comercio no hay residentes», ha aseverado antes de insistir en que la administración local debe «garantizar que el tejido comercial se dedique preferentemente a atender a las necesidades esenciales vitales de la personas que allí viven o las personas que quieran vivir».
En cuanto a la implantación de viviendas, Lestegás ha explicado que en todos aquellos bajos que nunca tuvieron uso residencial o que ese no es su uso más reciente, tampoco se podrán implantar nuevos inmuebles. Sí se podrá, sin embargo, en plantas bajas en las que ya había este uso.
Asimismo, ha avanzado que este mismo martes, en la comisión de patrimonio histórico, ha trasladado al portavoz del PP, Borja Verea, y a la concejal socialista Mercedes Rosón el contenido de esta suspensión, así como los objetivos del Gobierno con la modificación.