La Xunta ha autorizado el informe de impacto ambiental para instalar una planta de almacenamiento de energía eléctrica por baterías en el polígono industrial de Nantes, en el municipio de Sanxenxo (Pontevedra), promovido por Soner Sorolla.
El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este miércoles este anuncio de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade en relación con el proyecto denominado BESS Sanxenxo, que usará baterías de 5 MW/20 MWh de potencia, dado que «no son previsibles efectos adversos significativos sobre el medio ambiente», por lo que no se considera necesario someter la iniciativa a una evaluación de impacto ambiental ordinaria.
El innovador sistema de almacenamiento de energía BESS consiste en capturar la energía de varias fuentes para almacenarla en baterías recargables para su uso en el futuro.
Este proyecto, que ocupará unos 3.000 metros cuadrados y tiene un perímetro vallado de 225 metros, pretende conectarse a la subestación eléctrica existente de Sanxenxo, con una línea eléctrica subterránea de 1.346 metros y 20 kilovatios.
Contará con dos elementos principales: el centro de inversión y transformación –que convierte la energía alterna a continua y de baja tensión a alta tensión–, así como la infraestructura de conexión a la red.
EMISIÓN DE GASES
Durante el trámite ambiental, la Dirección Xeral de Saúde Pública apunta respecto a la emisión de gases de hexafluoruro de azufre (SF6), uno de los gases de efecto invernadero de mayor potencial de calentamiento de la atmósfera, que se deberán evitar o minimizar su emisión en la carga y descarga de equipos. El promotor apunta que, dado que no existe ninguna vivienda a menos de 200 metros, «no se prevé que el proyecto cause ningún riesgo severo o crítico sobre las personas».
También se espera la emisión de otros gases contaminantes (dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, dióxido de azufre), así como polvo, ruido y vibraciones por el uso de maquinaria en la fase de ejecución de infraestructuras. Podría haber campos electromagnéticos generados por los centros de transformación y almacenamiento.
Aunque el proyecto está incluido en el ámbito del plan de recuperación del ave escribano palustre (‘escribenta das canaveiras’ en gallego), especie en peligro de extinción, «no se prevé ninguna afección» al no confirmarse ningún humedal en el ámbito de actuación. Deben adoptarse medidas preventivas y correctoras para evitar afecciones.