El escultor coruñés Enrique Tenreiro, que pintó en octubre de 2018 una paloma en la tumba del dictador Francisco Franco en el Valle de los Caídos, ha abandonado su encierro en un escaparate de una galería de A Coruña.
Lo ha hecho tras iniciarlo el miércoles para denunciar la tardanza, a su juicio, en la resolución del Tribunal Supremo sobre su caso tras un recurso a su absolución, en 2022, por los delitos contra la libertad de conciencia y de actos de profanación y daños.
Lo hizo, según explicó a Europa Press, para poner de manifiesto la tardanza, a su juicio, en la resolución del Tribunal Supremo sobre su caso, después de haber sido absuelto de los delitos contra la libertad de conciencia y de actos de profanación y daños en 2022.
«No sé si buscan revertirlo», dijo sobre el fallo absolutorio que tuvo en su momento su acción, que hizo a las 10,55 horas, la misma hora en la que inició el encierro en la galería ubicada en el número 122 de la calle San Andrés.
Ahora, este viernes el encierro lo ha abandonado tras considerar que se ha cumplido el objetivo de que su mensaje sobre su caso en el Tribunal Supremo llegase a conocerse.