Los delegados de prevención del comité de empresa de Alcoa San Cibrao (Lugo) han realizado una denuncia a Inspección de Trabajo por la «falta de personal» en las instalaciones luguesas de la compañía y por el «total desprecio» de la firma hacia los empleados, al negarles equipos de protección individual (EPI).
En su escrito, los trabajadores de la multinacional del aluminio han apuntado a la «falta de personal» para poder operar en las instalaciones «con seguridad». «En algunos departamentos se trabaja por debajo del personal mínimo firmado en huelgas», critican.
Asimismo, lamentan que en la planta de Aluminio se están denegando los EPI de protección respiratoria, con mascarilla con filtros activos como se venía dando «históricamente» a los trabajadores.
«Esto supone una discriminación hacia los operarios, dado que sí se le proporciona a la jefatura y a los técnicos canadienses que vinieron para el rearranque de las cubas. Sin Embargo, las que se suministran ahora a los cubistas que operan durante ocho horas son mascarillas FFP2, lo que supone para los delegados de prevención un total desprecio para los trabajadores de San Cibrao», añade el comité en su denuncia a Inspección.
Además, han subrayado el «mal estado» del material con el que tienen que trabajar y las «posturas forzadas» dentro de las cubas por la decisión tomada por la planta de no adecuar las zonas de trabajo, «negándose a sacar las superestructuras con antelación».
Por esto todo, han presentado una denuncia a Inspección de Trabajo, con el objetivo de mejorar las condiciones de los empleados.
Todo ello ocurre menos de un mes después de que la fábrica de Alcoa en San Cibrao, municipio lugués de Cervo, volviese a producir aluminio primario tras dos años de parón, comenzando así un proceso de rearranque de forma gradual de sus cubas.