El presunto autor de la puñalada mortal que costó la vida a un ciudadano de origen dominicano en enero de 2023 en Santiago de Compostela, ha asegurado este martes que «nunca» tuvo «intención de matar» a la víctima y, más aún, ha sostenido ante el jurado que esa noche «no llevaba ninguna navaja» encima, si no que empleó la que, según su versión, se le cayó durante la trifulca a otro hombre que antes había apuñalado a su hermano.

En la segunda sesión del juicio por la muerte en Compostela de Gregory Furcal han declarado los tres acusados, los dos hermanos de origen dominicano que se investigan por el asesinato y un tercer hombre procesado por lesiones, al que éstos atribuyen una puñalada que uno de ellos sufrió en la espalda, así como la propiedad del cuchillo empleado en la trifulca.

En concreto, Víctor, el hermano que supuestamente ejecutó la puñalada en la pierna que, a posteriori, causaría la muerte a la víctima, ha afirmado que ese día acudió hasta La Grandota, donde tenía vetado el acceso por una pelea previa, para recoger a su pareja, que se encontraba en el interior. Dijo que lo hizo sin ninguna navaja, y ha afirmado que el cuchillo que empleó después lo portaba el tercer implicado, algo que éste ha negado.

Según la versión de Víctor, esa madrugada acudió a las puertas de la discoteca compostelana a esperar por su pareja, que se encontraba en el interior. Mientras hablaba con el portero, ha continuado, salió una mujer que no conocía, con la que comenzó a hablar y, acto seguido, la víctima mortal, que lo «comenzó a insultar» y le dio «un empujón» y «un puñetazo en la cara», ha contado.

Se inició así una pelea en la que entró en escena su hermano, Michael, que se encontraba comprando comida en un puesto cercano.

Ambos han dicho ante el tribunal que, cuando el segundo hermano entró en la pelea, recibió una puñalada por la espalda por parte de uno de los amigos del fallecido, tercer imputado en la causa, y que Gregory Furcal se dirigió también hacia él amenazándolo con una botella rota.

Este fue el momento, según su versión, en el que Víctor se hizo con un cuchillo con el que asestó a la víctima tres puñaladas, una de ellas en la pierna que le seccionó la femoral. Esta arma, ha dicho, «se le cayó» al tercer acusado tras apuñalar a su hermano: «Yo no llevaba ninguna navaja», ha reiterado.

Víctor ha negado que, una vez inmobilizado por su hermano en el suelo, diese más puñaladas a Gregory, y ha dicho que únicamente se acercó a él para «insultarlo». Su intención, ha apuntado, no fue matarlo: «¿Quien siendo consciente va a querer matar a una persona clavándole un cuchillo en una pierna?», ha cuestionado, destacando que incluso aunque su hermano lo inmovilizó, no le clavó el arma en zonas como el cuello, el pecho o el abdomen.

EL OTRO DICE QUE NO LO APUÑALÓ

En la misma línea, su hermano Michael ha dicho que escuchó la pelea a las puertas de la discoteca e intervino en favor de su hermano, momento en el cual notó que le habían «pinchado» por la espalda. Él si ha reconocido, no obstante, que la segunda navaja que se puede ver en el vídeo era suya, y ha dicho que la portaba en la chaqueta dado que habitualmente la llevaba al trabajo –hacía limpiezas forestales–.

Michael ha reconocido que exhibió la navaja ante la víctima después de recibir la puñalada, pero ha afirmado que no se la clavó y que solo lo golpeó con los puños y lo inmobilizó en el suelo. «Yo estaba luchando por mi vida», ha dicho ante el jurado, «y en ningún momento usé la navaja contra él». Ambos han asegurado que esa noche habían bebido alcohol y tomado drogas.

EL TERCER ACUSADO NARRA OTRA VERSIÓN

El tercer acusado, por su parte, ha contado una versión opuesta, ya que ha negado que llevase encima una navaja ni que la usase contra uno de los hermanos y ha asegurado que ellos mataron a la víctima de forma consciente.

El procesado, también de nombre Víctor, acudió ese día a La Grandota en compañía de su hijastra y de Gregory, del que era amigo. La chica y la víctima salieron antes del local y cuando él llegó al exterior, ha contado, ya había comenzado la pelea.

Según ha dicho en la sede judicial, al salir pudo ver ya como «dos chicos le estaban dando puñaladas» a la víctima, uno agarrándolo desde atrás y otro sobre él. El acusado ha dicho que le dieron al fallecido unas cuatro puñaladas cada uno, señalando la espalda, el abdomen y las piernas, y ha dicho que él «acudió a ayudarlo» intentando separarlos, pero solo con sus manos.

Así, ha rechazado que la puñalada a uno de los hermanos, que llegó a perforarle un pulmón, fuese suya, y ha asegurado que en la pelea fue uno de los hermanos el que acuchilló sin querer al otro. También él sufrió una herida en una mano.

ERAN «CONFLICTIVOS»

Además de los acusados, en esta jornada han declarado cuatro testigos, la hijastra de uno de los procesados, dos testigos presenciales y el dueño del pub La Grandota.

Todos han dicho que eran los hermanos los que portaban navajas y han asegurado que le asestaron a Gregory varias puñaladas. Dos de los clientes del local han afirmado que los hermanos ya se encontraban horas antes en las inmediaciones de La Grandota, dado que los vieron cuando salieron a fumar en torno a las 4 y media de la mañana.

El propietario del local, amigo personal del fallecido, ha definido a los hermanos como «conflictivos» en oposición a la víctima, «un cielo de persona», y ha asegurado que les había prohibido la entrada en todos los locales de su propiedad por los altercados que habían protagonizado.

Entre ellos, el testigo se ha referido a una pelea ocurrida en octubre de 2022, meses antes del crimen, cuando Víctor se encaró con su mujer a las puertas del pub porque estaba charlando con un grupo de dominicanos. Al parecer, llegó a agredir a la mujer, lo que llevó a que el grupo de dominicanos le persiguiesen y le diesen una violenta paliza, según ha contado el dueño de La Grandota.

Tras este incidente, ha añadido, los hermanos le amenazaron con «destrozar el local» e incluso con agredirlo a él. En su opinión, lo que ocurrió el día de los hechos deriva de este conflicto inicial con los dominicanos que acudían a la discoteca.