Delegados de CSIF, en representación de los centros penitenciarios de Bonxe (Lugo), Monterroso (Lugo) y Pereiro de Aguiar (Ourense) han mantenido un encuentro con el director general de Ejecución y Reinserción Social para trasladarle las quejas de las plantillas por la «nefasta política de clasificación de internos de los centros tipo C en Galicia», con «los graves problemas» que genera debido a «un preocupante incremento» de agresiones.
Así, han trasladado a los responsables de instituciones penitenciarias los problemas que provoca la «érronea clasificación y destino de internos con un perfil inapropiado para estos centros», así como las «deficiencias arquitectónicas» para albergar a esta tipología de presos.
CSIF advierte que, durante el año 2023, se produjeron agresiones graves en distintos centros tipo C de Galicia, como los que tuvieron lugar en Bonxe, donde un funcionario llegó a perder el conocimiento, y Monterroso, en el que otro funcionario recibió un cabezazo en el tabique nasal.
El sindicato recuerda que desde la firma del Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, el pasado 1 de marzo de 2023, este tipo de centros deben albergar «población con bajo perfil conflictivo, en régimen de semilibertad o con aplicación de penas y medidas alternativas», «una norma que claramente se está incumpliendo», advierte.
CSIF urge dar una solución a esta «deficiente política de traslados» y que se adecúe a lo que realmente recoge el acuerdo marco, por lo que registraron un nuevo escrito con sus demandas, que fue evaluado durante la reunión por el director general, «confiando en que tome cartas sobre el asunto y se rectifique esta política a la mayor brevedad».