El conflicto que afecta a la concesionaria del bus urbano de Vigo, Vitrasa, sigue enquistado y sin visos de solución, tras una nueva reunión entre la empresa y el comité, que ha finalizado sin ningún avance.
Según han comunicado los sindicatos, en el encuentro de este miércoles «Vitrasa se presentó sin ningún tipo de oferta» y se limitó a plantear «reproches y desacreditaciones» hacia el comité, «al igual que está haciendo el Ayuntamiento de Vigo en las últimas jornadas».
El órgano de representación de los trabajadores ha señalado que la empresa «no acepta» el resultado de las últimas asambleas, en las que la plantilla votó mayoritariamente continuar con la huelga indefinida y rechazar la propuesta de negociar a partir de una subida salarial del 2,5 %, cuestionando que se hubiera votado a mano alzada, en vez de forma secreta.
Además, los sindicatos han afeado a la concesionaria que pretenda «desautorizar» al comité, cuando lleva «tres años en conflicto por su propia negativa a negociar».
En la reunión de este miércoles, el comité ha trasladado el desacuerdo de la plantilla con la última oferta presentada y ha advertido de que, para desbloquear la situación de huelga indefinida (un paro que se alarga desde el pasado 25 de noviembre), es necesario que la oferta «sea mejorada». «Sin embargo, la dirección de Vitrasa se limitó a solicitar una propuesta al comité sin ofrecer nada a cambio», han criticado los sindicatos.
Según han explicado, han reclamado a Vitrasa «una actualización de salarios en el mismo porcentaje que ha obtenido la empresa con la subida del billete del bus en los últimos tres años, para poner fin así a la huelga y continuar negociando el resto del convenio». Así, en los últimos tres años, el billete ordinario de bus ha pasado de costar 1,35 a 1,49 euros (y en breve pasará a costar 1,57 euros), y los sindicatos estiman que la pérdida de poder adquisitivo de la plantilla se sitúan en el 16,1 %, ya que llevan con los salarios congelados desde 2020.
Finalmente, el comité ha vuelto a criticar que la empresa se encuentra «cómoda» facturando miles viajeros «con la mitad de gasto», mientras espera «un reequilibrio millonario» por parte del Ayuntamiento, sin importarle la calidad del servicio o la pérdida de poder adquisitivo del personal.
«¿Qué hará el Ayuntamiento ante esta situación de Vitrasa? ¿Volverá a criticar a los trabajadores poniéndose al lado de la empresa? ¿O exigirá a Vitrasa sentarse a negociar con voluntad de llegar a acuerdos para poner fin a este conflicto?», han preguntado los representantes de los trabajadores.
POSICIÓN DE LA EMPRESA
Por su parte, Vitrasa ha emitido un comunicado en el que informa de que ha vuelto a pedir desconvocar la huelga para recuperar la normalidad y así recuperar viajeros, «lo único que permitiría mejroar la oferta realizada» porque los usuarios son la «base» de sus ingresos. «El comité es consciente de esta situación, pero prefiere seguir adelante con los paros, perjudicando a los ciudadanos, a la empresa y a sus propios compañeros», ha lamentado la concesionaria.
Asimismo, ha criticado que la subida reclamada por los sindicatos, de más del 16 %, es «absolutamente imposible de atender» por una empresa que está «en pérdidas» y ha insistido en que «hacen rehenes a los ciudadanos de Vigo de una protesta sin sentido» y sin valorar que tienen «las mejores condiciones y el salario más alto» del sector en la provincia.
Vitrasa ha reiterado su oferta de subir los salarios un 2,5 % y el pago de los atrasos de 2023, para seguir negociando «sin huelga» y ha lamentado que el comité aceptó este «preacuerdo» el pasado jueves «sin condiciones» y no fue capaz de defenderlo en las asambleas de trabajadores, que lo rechazaron y apostaron por seguir con la huelga.
Al respecto de la votación, la empresa ha afirmado sentirse «engañada» por el cambio de posición del comité, y ha afirmado que no reconoce ese resultado, porque no se garantizó el «voto libre» y hubo «presiones».
