El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha eludido este viernes pronunciarse sobre la denuncia interpuesta por su partido, el PSOE, por los hechos ocurridos en Nochevieja a las puertas de la sede de Ferraz, donde se apaleó un muñeco con la imagen del presidente del Gobierno, y ha recordado que dicha cuestión está ahora en manos de la Justicia.
Preguntado acerca de las acciones legales emprendidas, Puente ha evitado opinar o dar detalles, alegando que lo sucedido (que el PSOE considera constitutivo de un posible delito de odio, entre otros) «se ha puesto en manos de la Fiscalía». «A partir de aquí entra en el circuito judicial y depende de la Fiscalía y, eventualmente, del juzgado al que se turne», ha señalado.
Así lo ha manifestado, en declaraciones a los medios en la estación de tren de Urzáiz-Vigo, a donde ha llegado en un tren Avril serie 106, en viaje de pruebas, acompañado por los Reyes Magos, el mismo día en que se ha hecho público que el PSOE ha presentado denuncia ante la Fiscalía General del Estado por lo ocurrido en Nochevieja ante la sede socialista.
Los socialistas apuntan a la posible comisión de un delito de incitación al odio y señalan la vinculación de los organizadores de la protesta (Asociación Revuelta) con Vox.