El coste de la reparación de actos vandálicos por pintadas ilegales en el Ayuntamiento de Lugo ascendió a más de 58.000 euros y supuso 370 días de trabajo desde enero de 2022.
Según ha informado el Ayuntamiento, ante la proliferación de este tipo de agresiones al patrimonio, han incrementado los dispositivos de control y vigilancia realizados por la Policía Local, con el objetivo de aliar las «lesivas consecuencias» sobre la ciudad y su contribución al rápido deterioro de los «rostros de los barrios».
«Cada vez existe una mayor conciencia de la degradación que genera en los espacios públicos las pintadas interpretadas como acto vandálico, por eso es necesario no pasar por alto este tipo de actitudes, cuya erradicación conlleva un alto coste económico y de recursos», ha apuntado el responsable de Trasición Ecolóxica, Miguel Fernández.
Así, ha explicado que el arte urbano «cobra un valor crucial» en el proceso de regeneración de determinadas zonas, pero «es esencial» que esas iniciativas, bien sean públicas o privadas, cuenten con los permisos necesarios para su ejecución.
Además del control realizado por los agentes de la Policía Local para evitar la proliferación de pintadas ilegales, que en los últimos meses dieron como resultado la tramitación de cuatro expedientes sancionadores, el Ejecutivo de Lara Méndez trabaja en otras vías para crear una estrategia para «mantener limpia la ciudad».
De forma complementaria a la acción sancionadora, el departamento de Transición Ecolóxica, además de actuar de forma regular en los edificios municipales, cuenta con un servicio gratuito de limpieza de fachadas que está a disposición de los ciudadanos para actuar en edificios privados, que este año realizó 170 servicios.
Finalmente, el tercer eje estratégico apuesta por la promoción del arte urbano como herramienta regenerativa de los espacios públicos.