La senadora del BNG Carme da Silva se ha comprometido a ser «la voz de Galicia» en la Cámara alta, en la que estará centrada «al 100%» tras dejar su acta como concejala en el Ayuntamiento de Pontevedra.
La nacionalista ha escenificado este miércoles su adiós a la corporación pontevedresa junto al regidor de la Boa Vila, Miguel Anxo Fernández, en una rueda de prensa en la que ha manifestado su voluntad de enfocarse en el «nuevo reto» que se le abre con su nuevo cargo como senadora por designación autonómica.
Da Silva deja la política local pontevedresa en la que ejerció como edil desde 1995. Cuatro años más tarde, con la llegada de Fernández Lores a la alcaldía, asumió responsabilidades de gobierno.
Ahora, dedicará su trabajo de forma exclusiva al Senado, donde ha defendido que «se toman decisiones muy importantes a cientos de kilómetros de la Galicia que afectan de manera directa a la ciudadanía» de Galicia, de la que se ha comprometido a ejercer de «voz» de sus «intereses» en Madrid.
«Esta legislatura requerirá de mucho diálogo y negociación. Y, para eso, es importante dedicarle el 100% del tiempo a que Galicia tenga la capacidad de influencia y de presión necesaria para que los temas que nos afectan se muevan», ha señalado la senadora del BNG.