La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo ha inhabilitado durante tres años para la tenencia de animales, así como para el ejercicio de profesión o comercio que tenga relación con animales, a un vecino de Samos por envenenar a una gata con raticida.
La jueza, que lo ha considerado responsable de un delito de maltrato animal, también lo ha condenado a un año de cárcel, pena cuya ejecución ha suspendido durante un plazo de dos años, condicionada a que durante ese periodo no delinca.
La sentencia considera probado que el acusado, en agosto de 2021, colocó en el umbral de la entrada de una casa deshabitada que se encuentra a unos veinte metros de su domicilio dos porciones de una mezcla de pienso para animales y un veneno empleado para roedores.
La magistrada indica que una gata propiedad de un vecino de la misma localidad, quien aseguró que el condenado «siempre se quejaba por los gatos», sufrió una intoxicación tras ingerir de forma parcial de uno de los cebos colocados por el procesado.
Para la curación de las lesiones necesitó tres días de ingreso hospitalario. Además, la jueza resalta en el fallo que la localidad de Samos tiene la consideración de zona protegida, al estar incluida dentro de la ZEC Os Ancares-Courel.