La sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha servido, una vez más, de arena preelectoral en la que, además del habitual enfrentamiento con los grupos de la oposición, ha servido de escenario para la reivindicación por parte del PSdeG y BNG del pacto firmado entre socialistas y nacionalistas para la investidura de Pedro Sánchez. Sobre el documento alcanzado, el mandatario gallego ha echado mano de la ironía para calificarlo de «galáctico» y lo ha minimizado tildándolo de acuerdo «de garrafón».
«¿Sabe lo que es galáctico? Galáctica es su incapacidad para defender los intereses de Galicia ante el Estado», le ha replicado Pontón, quien ha defendido que «lo que necesita este país es la política útil del BNG, sin ataduras ni sumisión». Así, ha observado que Rueda está «sumiso a Madrid, haciéndole oposición como presidenta», a lo que el mandatario gallego le contrarrestó diciendo que «no se haga ilusiones» y que le contesta como «portavoz de la oposición», lo cual se lo «pone muy fácil» puesto que lleva «20 años dejándole practicar».
Así las cosas, y sin mencionarse expresamente entre las bancadas, socialistas y nacionalistas han atacado conjuntamente la gestión de la Xunta pero, al mismo tiempo, se han arrogado los méritos de los puntos que se han concretado en el acuerdo de investidura. De esta manera, la viceportavoz del PSdeG, Begoña Rodríguez Rumbo, ha reivindicado la utilidad de los «siete» diputados socialistas, usando una máxima ya empleada en muchas ocasiones por el BNG (sobre los ‘logros’ de su diputado Néstor Rego), ya que han sido en esta ocasión los socialistas han querido contratar el peso de estos representantes con los del PP gallego.
Mientras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha defendido que gracias al Bloque se ha conseguido un «impulso de la agenda gallega» y los acuerdos plasmados en el pacto. «El BNG está haciendo el trabajo que no hace el Gobierno (gallego) y está tratando de solucionar el problema que creó el PP», ha enfatizado, en relación concreta a la condonación de la deuda, para remachar: «Si no es capaz de ayudar, no ponga palos en las ruedas».
En este escenario, el presidente gallego ha minimizado el acuerdo entre PSOE y BNG, al respecto del que aseguró que se repiten puntos ya incluidos para la anterior investidura, por lo que ha considerado que es un pacto de «rebajitas» o, en otra comparación, de «garrafón». Es más, en su intervención, ridiculizó el papel del Bloque con respecto al PSOE y sugirió que son los ‘tontos’ «útiles» del partido de Sánchez, palabra –la de ‘tontos’– que no llegó a pronunciar expresamente para que no se «ofendiese» Pontón –según él mismo aclaró en el propio debate–.
También en su intervención, Rueda ha evidenciado que «es una pena que discutan por la autoría» de un «pacto que es tan histórico» y ha invitado a que se pongan de acuerdo en si el acuerdo es gracias a los «siete diputados del PSOE o del diputado del BNG».
Lo dijo en la réplica a la portavoz nacional del Bloque, a quien le achacó que son los nacionalistas los que tienen «un máster de propaganda», después de que fuese Pontón la que le echase en cara los incumplimientos del Plan Move sobre infraestructuras gallegas, inejecuciones que Rueda ha ligado con que es un plan «muy ambicioso».
Rueda, sin embargo, mostró su «satisfacción» por que el 70 por ciento de las vías de alta capacidad están libres de peaje y se «congelaron» las tarifas. «Que ya está todo inventado, que la gente ya lo nota», ha incidido el mandatario autonómico, en referencia a lo acordado por BNG-PSOE, que incluye para 2024 nuevas bonificaciones de las tarifas de la AP-9, extendidas ahora a la AP-53.
En este punto, Rueda ha concluido que «no cumplieron el anterior ni van a cumplir» la nueva propuesta. «Menos propaganda y más realidad», reivindicó el mandatario gallego, optando por la «segunda» de las cuestiones después de reprochar que en estos años no se transfirió la AP-9 ni se consiguió su gratuidad total. Además, advirtió al Bloque que las bonificaciones de la autopista irán igualmente para las arcas de las concesionarias de la vía.
«ESPERPENTO»
Pontón ha reprochado a Rueda que sea el «único gallego que está enfadado» por que a Galicia le vayan a condonar parte de la deuda o vaya a tener un tren de cercanías. «Un esperpento», criticó, porque «el acuerdo es bueno para Galicia, pero es una mala noticia para el PP».
«No soy el único gallego que está enfadado, no estoy enfadado, estoy aburrido de ver cómo son un chollo para el PSOE», ha contradicho Rueda a Pontón, a la que le espetó que el nuevo acuerdo son unas «rebajiñas» frente a los puntos pactados para la investidura de Sánchez en la legislatura que ahora termina.
Rueda ha atribuido que el BNG firma este acuerdo a que «no tiene que gobernar». «Si tuviese que gobernar, le importaría, pero como van a seguir en la oposición, pues nada, traje a medida de Euskadi y Cataluña», ha recriminado el mandatario autonómico, quien recordó que Galicia «no tiene el desastre de otras comunidades autónomas» con la deuda y que, por lo tanto, «no le interesa este traje».
El presidente de la Xunta acusó a los nacionalistas de ser «sumisos» y le ha dicho que los independentistas catalanes «sí que cortan el bacalao». Además, le ha echado en cara «conseguir la desigualdad» entre comunidades y lo ha contrapuesto con que su partido «seguirá trabajando por una España de iguales».
DEBATE SOBRE LA DEUDA
Con la viceportavoz socialista, el presidente de la Xunta también discutió sobre la condonación de la deuda y sobre las bonificaciones de los peajes en las autopistas.
«Estamos muy orgullosos del acuerdo al que llegamos, por y para Galicia, siete diputados del PSdeG lograron más para este país que su gobierno durante 14 años. Por fin nos vamos a liberar de los peajes que impusieron a los gallegos en la AP-9 y AP-53 y logramos un mecanismo para beneficiar las arcas de la Xunta», ha enumerado Rodríguez Rumbo.
La diputada socialista instó a Rueda a que le respondiese a la pregunta de si «va a acogerse a la condonación de la deuda pactada de forma simétrica para todas las comunidades o se va a plegar al mandato de la señora Ayuso, que ya dijo que no». «¿Va a renunciar a alcanzar 500 millones de euros adicionales para los gallegos?», ha cuestionado.