La Xunta de Galicia ha presentado una serie de alegaciones a la propuesta de orden que el Ministerio de Educación y FP puso encima de la mesa para la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EBAU) de este curso, en la línea de que haya «un marco común homologado» para toda España.
En declaraciones a los medios este domingo desde Santiago, el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez, ha denunciado que los cambios que quiere aplicar el Gobierno central profundizan «aún más en las desigualdades» que ya existen.
La orden del ministerio, que está en período de exposición pública, busca adaptar las pruebas a la Lomloe y a los nuevos currículums, aunque mantiene la cifra de materias exámenes de cursos anteriores: la obligatoria de la modalidad y tres comunes (cuatro en el caso de las comunidades autónomas con lengua cooficial, como Galicia), aunque los alumnos elegirán entre examinarse de Historia de España o Historia de la Filosofía.
El conselleiro de Educación cree que este borrador, «en vez de corregir las desigualdades de bases de los alumnos, lo que hace es incrementarlas» porque «no hay criterios para homogeneizar la evaluación» y conduce a la «arbitrariedad».
Lo ha calificado de «despropósito técnico» porque no hay «una referencia comparativa» entre las diferentes asignaturas ni hay «guías» para las materias nuevas que se suman a la ABAU, como Dibujo Artístico II, Análisis Musical y Ciencias Generales; ni tampoco de las que sufren cambios en los currículums, como Empresa y Modelo de Negocio, Geología y Ciencias Ambientales, y Fundamentos Artísticos.
«En el fondo, es mantener las desigualdades de los alumnos en función de las comunidades autónomas. (…) Nosotros apostamos desde siempre por un modelo que genere que un alumno de Lugo tenga las mismas oportunidades en una prueba tan importante para su futuro como es la EBAU que un alumno de Soria o de Huelva», ha explicado.
En este sentido, Román Rodríguez ha insistido en que haya «una puerta única de acceso» al sistema universitario, en lugar de 17 «diferentes».
Las alegaciones de la Xunta, en definitiva, suponen pedirle al Ministerio «una rectificación». La Consellería explica en un comunicado que la última propuesta supone «echar abajo el compromiso» del Gobierno central de que los cambios iban a ser «mínimos» en este período de transición hasta la implantación definitiva del nuevo modelo.