El uso de la lengua gallega entre compañeras de trabajo descendió un 17% entre 2003 y 2018, según un estudio expuesto por el investigador de la USC Miguel Guisantes.
Este documento señala también que su uso registró un descenso del 17,3% entre el personal a su cargo, un 12,1% entre los trabajadores y sus superiores y un 12,3% con la clientela.
Así lo ha trasladado en los Encontros para a Normalización Lingüística que organiza el Centro de Documentación Sociolingüística de Galicia (CDSG) del Consello da Cultura Galega (CCG).
Allí, Miguel Guisantes hizo un recorrido por la situación de la lengua gallega en el sector económico al hilo del Plan de Dinamización de la Lengua Gallega en el tejido económico.
En su opinión, tal y como ha trasladado el Consello da Cultura Galega, «es imprescindible conocer la situación para poder actuar». En su intervención, Guisantes explicó que entre 2016 y 2020 se llevaron a cabo un centenar de medidas con el objetivo de crear conciencia de que el gallego puede favorecer las relaciones laborales, comerciales y bancarias, así como extender y fomentar su uso.
En su exposición, el investigador afirmó también que el Plan «está trabajado parcialmente, pero está infrautilizado»; además, ha añadido, «tiene unas actuaciones poco claras sin relacionar con las medidas».
CONSUMIDORES Y EMPRESAS
Sobre los derechos de los consumidores habló Sara Seco, de la Mesa pola Normación Lingüística, que explicó cómo resolver las quejas más habituales. «Escoger la lengua en la que se redacta una póliza está regulado desde el año 1980 en la Ley de contrato seguro», detalló, al tiempo que afirmó que también se pueden escoger las lenguas en los procedimientos en las notarías.
En el sector empresarial, el director ejecutivo de Deleite, Pedro González Boquete, destacó que entre las deudas pendientes se sitúan «los contratos de distribución y los contratos con los ganaderos».
«Lo más coherente para una empresa que nace en Galicia, formada por gallegos, con capital gallego y con un Consejo de Administración que habla gallego es que su comunicación, sus relaciones internas e externas sean en esta lengua», afirmó.
Por su parte, el responsable de Daveiga, Xosé Lois Lamazares, reivindicó la lengua gallega y su vínculo natural al proyecto. «El hecho de comunicar y transmitir en gallego, en Galicia, es una apuesta por el país, una muestra de compromiso y respeto hacia los consumidores», subrayó.
Además, animó a otros emprendedores a emplear el gallego como primer idioma de comunicación porque «son todo ventajas», pese que reconoció que «fuera no tiene tanto poder, pero tampoco estorba».