El exconselleiro Manuel Pérez Álvarez, propuesto para ocupar la presidencia del Consello Económico e Social (CES) de Galicia, ha reivindicado su «apuesta decidida por el diálogo y el consenso» durante su trayectoria política y laboral, al tiempo que ha mostrado su «preocupación» por «responder con dignidad, acierto y eficacia» cuando sea designado al frente de la institución.
Pérez Álvarez ha comparecido este lunes ante la comisión de economía, hacienda y presupuestos del Parlamento gallego antes de ser nombrado como presidente del CES en sustitución de Agustín Hernández.
En primer lugar, ha trasladado su agradecimiento «al Gobierno gallego y a su presidente» al haber pensado en él para presidir una institución que considera «básica». «Responder con dignidad, acierto y eficacia es una preocupación que tengo bien interiorizada», ha afirmado.
A continuación, ha traído a colación su trayectoria como inspector de trabajo y también su vida política –fue alcalde de Vigo y europarlamentario, entre otros cargos– para asegurar que la «procura de entendimiento» ha estado siempre en su punto de mira.
Entre otras cuestiones, ha recordado la creación de la renta de integración social de Galicia (la denominada ‘Risga’) y medidas de prevención y seguridad laboral para los trabajadores de la pizarra.
Ya hacia el final de su intervención, ha citado frases como «la unión nos hace fuertes, la discordia nos debilita» y «las palabras que no van seguidas de hechos no valen para nada».
Dejando a un lado la vanidad, ha subrayado que su mayor interés con esta comparecencia en la Cámara era «trasladar que por encima de cualquier otra motivación» aceptó la propuesta por su «apuesta decidida por el diálogo y el consenso».
«NINGÚN PROBLEMA DE LOS GALLEGOS SERÁ AJENO AL CES»
Desde la perspectiva del trabajo a desarrollar en el CES, ha mencionado tres objetivos: el primero el diálogo, el segundo que el ente «no puede ser un instrumento laudatorio del Gobierno, pero tampoco de confrontación social y política», sino que, en su opinión, «tiene que ser herramienta de diálogo y entendimiento en busca de soluciones a temas que planteen el Gobierno, el Parlamento y agentes sociales» y el tercero que debe «mantener el espíritu de utilidad, introduciendo en la agenda el análisis de los problemas de los gallegos».
«Ningún problema de los gallegos será ajeno al Consello», ha comprometido, antes de referirse en concreto a asuntos como la crisis demográfica, las condiciones laborales de los migrantes, la dispersión y la soledad, el ‘vaciado’ territorial, la ordenación de una economía verde y circular, el turismo desestacionalizado y la integración de Galicia en las redes transeuropeas.
Por último, y en la línea de los que le precedieron, a los que ha agradecido su labor, así como al personal del CES, Pérez Álvarez se ha comprometido a «acercar un poco más el Consello a la ciudadanía».
GRUPOS
Por parte de los grupos, Begoña Rodríguez Rumbo, del PSdeG, ha señalado que «una especie de informe sobre el cumplimiento» de las recomendaciones que hace el CES «podría ser uno de sus primeros compromisos».
Mientras, el diputado del BNG Daniel Pérez le ha instado a recordar «siempre a quién se debe como presidente del CES», que es «al pueblo gallego», y ha deseado que «quien gobierne escuche las recomendaciones» de la institución.
Por último, en el turno del PPdeG, Alberto Pazos Couñago ha asegurado que «pocos pueden» presentar «una hoja de servicios tan dilatada» y ha indicado que el CES no es un órgano fiscalizador, sino consultivo. Sus recomendaciones «son escuchadas siempre y a veces también son compartidas», ha añadido el popular.
CIERRE
Ya en el cierre, el compareciente ha afirmado que «a una cierta edad las decisiones no son fáciles de tomar» y ha citado a Manuel María para referirse a «otra Galicia que está en el sentimiento».
Su compromiso, ha concluido, está «con esa Galicia que es una madre viejecita y soñadora». «Trabajar por ella me parece una tarea apasionante», ha finalizado.