Directivos de cuatro grandes firmas en España han abierto este viernes la segunda jornada del Foro La Toja-Vínculo Atlántico con varias llamadas a la estabilidad política, a la seguridad jurídica y a transformar el modelo productivo del país desde el punto de vista de la sostenibilidad, de la productividad y del I+D+i para así converger con Europa.
Son algunos de los asuntos abordados en este coloquio titulado ‘Una agenda para España’, que ha estado conducido por la profesora de la IE Business School Paloma Baena y en el que han participado el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet; el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle; el CEO del Grupo IAG, Luis Gallego; y el presidente de Deloitte España, Héctor Flórez.
Baena ha sido la encargada de introducir esta charla en la Illa da Toxa, en O Grove (Pontevedra), con una reflexión sobre lo «casi imposible» que parece actualmente alcanzar los consenso nacionales, justamente en la jornada en la que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se enfrenta a una segunda votación de investidura en el Congreso que, presumiblemente, será fallida.
A nivel internacional, la también exdirectiva de la OCDE ha mencionado la «incertidumbre» que persiste en la economía debido a factores como la anterior crisis financiera, la pandemia de la covid y la guerra de Ucrania. De hecho, la mayoría de «cisnes negros» que azotaron las bolsas globales desde hace cien años ocurrieron «en la última década».
En este contexto, el presidente de Abanca ha advertido de que España «está demostrando una clara dificultad para transformar su modelo productivo». Según cifras que ha dado, tras la crisis de la covid, el país ha perdido un 14% de productividad en relación con la media europea y el peso de la industria en el PIB es ahora de «solo un 15%», cinco puntos menos de hace 15 años, cuando la media comunitaria está en el 20%.
La necesaria «transformación del modelo productivo» a la que se ha referido Escotet precisa «un liderazgo y un impulso» desde Europa, pero ha advertido –sin rechazar el europeísmo, sino al contrario– del riesgo de volverse «muy europacéntricos» y de «descuidar» las alianzas de España con Latinoamérica. En este campo, Estados Unidos y China tienen un «posicionamiento mejor».
En el caso del sector bancario español, el presidente de Abanca ha dicho que, «curiosamente, en los últimos 10 años» se ha convertido en el que «mayor convergencia tiene con Europa» cuando hace una década una «parte importante» de estas entidades recibían ayudas europeas.
Esto se ha debido, ha destacado Escotet, a los esfuerzos que realizó el sector como, por ejemplo, en «reducir el sobredimensionamiento del sector», lo que se tradujo en el cierre de miles de oficinas y la reducción de 112.500 empleos.
EL IMPUESTO A LA BANCA, UN «PÉSIMO EJEMPLO»
Dicho esto, el máximo responsable de Abanca ha hecho un llamamiento a avanzar hacia un mercado único europeo, pero esto pasa por acabar con las «diferencias importantes» en las regulaciones locales. El mayor «pésimo ejemplo» de esto, ha agregado, es la «mal llamada imposición patrimonial a la banca» impulsada por el Gobierno central.
Se trata, tal y como ha criticado, de una «subida severa de impuestos» que «no solo penaliza el acceso a otros mercados», sino que «penaliza el crédito y la competitividad» con respecto a otros estados europeos y afecta «a la seguridad jurídica de los inversores».
ESPAÑA, «MENOR PROTENCIAL DE CRECIMIENTO A LARGO PLAZO»
Su homólogo en Deloitte España ha resaltado cómo el país tiene «empresas punteras» que «invierten fuertemente en su transformación», si bien están concentradas en sectores que «no representan la globalidad del país».
España tiene, según Héctor Flórez, un «modelo menos intensivo en innovación, en tecnología» y, por consiguiente, «con menor productividad y potencial de crecimiento a largo plazo». En este contexto, habría que «duplicar el potencial de crecimiento» de España de la próxima década, lo que requiere «una transformación necesaria» del modelo económico: «Si creciésemos más rápido y mejor, otros problemas serían más gestionables».
Posteriormente, el responsable de Deloitte ha enumerado tres retos: «hacer frente al déficit estructural de productividad» con reformas desde el sector público que favorezcan la transformación empresarial; una «creciente orientación» hacia actividades económicas de más valor, en lo que ha citado el ejemplo del sector hotelero; y un refuerzo de la «apuesta por sectores estratégicos» para hacer frente a la «dependencia energética, alimentaria y de defensa».
Y es ahí donde «España puede ser una solución», ha zanjado, sin dejar de mencionar las oportunidades que brindan los fondos europeos ‘Next Generation’.
El CEO del Grupo IAG –matriz de aerolíneas como British Airways, Iberia y Vueling– ha reflexionado sobre la transformación en el turismo tras la crisis de la covid, un sector que se ha «equivocado a la baja» en sus perspectivas de recuperación: «Viajar se ha convertido en una prioridad».
Sin embargo, Luis Gallego ha apuntado la «incertidumbre muy fuerte» en torno a «hasta cuándo va a durar» esta demanda tan fuerte.
«POSICIÓN CONSOLIDADA» EN TRANSICIÓN ECOLÓGICA
Por su parte, el CEO de Iberdrola España se ha centrado en la transición ecológica ante el riesgo de «llegar tarde» ante el cambio climático, aunque en esto el país está «en una posición consolidada».
«España tiene oportunidades para hacer las transformaciones que necesita», ha insistido Ruiz-Tagle, aunque para eso se precisan avances en el «consenso político» y «reformas estructurales». En este ámbito, la transición energética y las renovables tienen que ser «una palanca de crecimiento».
Además, el responsable de la energética recela de las altas cargas impositivas y, en materia de apoyos públicos, ha pedido seguir el ejemplo de Estados Unidos, que «primero te incentiva y luego te fiscaliza». También ha reclamado una menor demora en la tramitación de los fondos europeos.
En sostenibilidad, la aviación, tal y como ha explicado el CEO del Grupo IAG, tiene la «oportunidad de liderar» la producción de los llamados SAF (combustibles sostenibles). Aunque existe el compromiso para 2030 de que todos los aviones empleen esta fuente de energía, «a día de hoy solo tenemos garantizado un 25%», ha alertado.
«La aviación, o se descarboniza, o no habrá aviación», ha reflexionado Gallego, al cabo de un rato.
ESPAÑA PIERDE «LA BATALLA DE LA DIGITALIZACIÓN»
En su segunda intervención, el presidente de Abanca ha abogado por un nuevo impulso al I+D+i en España, donde estas inversiones suponen el 1,4% del PIB –datos de 2020 y 2021–, mientras en Europa está en el 2% y en Estados Unidos casi duplica esta cifra.
«Estamos claramente perdiendo la batalla de la digitalización», ha avisado a este respecto Juan Carlos Escotet, para a renglón seguido apuntar que el sector bancario debe hacer «el acompañamiento» en este proceso.
En cuanto a la sostenibilidad, el máximo responsable de Abanca ha avalado esta apuesta, pero rechaza convertir al sector financiero «en un gendarme verde», porque el papel que, a su juicio, se «está imponiendo» a los bancos es muy exigente y «no se ve correspondido» con el de otros campos.
Por ello, ha desechado la legislación compleja en este campo: «Tiene que ser más progresivo».