El vehículo particular del cura de Pontedeume (A Coruña) apareció en la mañana del sábado con una pintada en ambos costados en la que se podía leer «muerte al fariseo». También amaneció pintada la iglesia en uno de sus laterales con la inscripción «Benjamín fariseo», en alusión al párroco de este lugar.
A las pocas horas, tanto las pintadas del vehículo como del lugar de culto fueron borradas, en el primero de los casos aplicando un producto y en el segundo con pintura blanca sobre el muro.
El párroco ha mostrado su extrañeza por esta acción, que ya fue comunicada el sábado a la Guardia Civil, asegurando desconocer quién o quiénes puede haber sido los responsables de estos daños tanto en una propiedad privada como pública.
El automóvil estaba aparcado en el atrio de la iglesia y dice desconocer los motivos que han podido llevar a realizar dichas pintadas.
Este domingo, una vez finalizada la eucaristía, varios de los feligreses que acudieron a la iglesia de Pontedeume permanecieron en este mismo sitio concentrados para mostrar su repulsa a estos actos y solidarizarse con el religioso, que agradeció visiblemente emocionado esta muestra de cariño, ya que muchos de ellos lo recibieron con un aplauso espontáneo.
El sacerdote, que atiende a una decena de parroquias de este municipio y del vecino de Cabanas, lleva cinco años ejerciendo su labor en la iglesia en esta zona.