El presidente de la Asociación Médicos Españoles en Europa, Alejandro Barros, ha advertido de que los países del sur de Europa como España tienen el «caldo de cultivo perfecto para que el personal sanitario haga las maletas».
Durante su participación en el XXIX Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, que se celebra en Granada hasta el sábado, el experto ha apuntado que estos países tienen problemas comunes, como la «falta de recursos, largas listas de espera, maltrato al personal sanitario, condicionales laborales paupérrimas, incertidumbre y escasez de personal sanitario».
«Esto, sumado a un sistema de formación poco flexible, a unos salarios bajos en comparación a los países vecinos y, en general, a unas condiciones laborales malas, crea el caldo de cultivo perfecto para que el personal sanitario haga las maletas», ha alertado el experto.
Barros ha enumerado las notables diferencias existentes entre las regiones del sur y las del centro-norte de Europa. Estos últimos países, entre los que se encuentra Alemania, «cuentan con sistemas sanitarios sólidos y bien desarrollados, con acceso universal a la atención médica, con una buena gestión socio-económica y altos estándares de calidad».
«Estos sistemas han demostrado su capacidad para hacer frente a desafíos como la crisis de la COVID-19, al implementar medidas eficaces de prevención, diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, muchos de estos países tienen que hacer frente a los grandes cambios demográficos y a una optimización de recursos, que es común en toda Europa», según el experto.
En cuanto a las diferencias de la Atención Primaria con respecto a España, «en Alemania está fuertemente desarrollada y los médicos de Familia desempeñan un papel central en el sistema de atención médica, coordinando la atención y derivando a especialistas cuando es necesario».
«En España, aunque la Atención Primaria también es importante, existe una mayor carga de trabajo para los médicos de familia debido a la falta de recursos y a cambios demográficos», según el doctor Barros.
En Alemania, mientras tanto, «se tiende a tener una estructura de trabajo más regulada y un enfoque en la calidad de vida». «Los médicos pueden tener horarios más fijos y un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. En España, la jornada laboral puede ser más extensa y la carga de trabajo puede ser mayor», ha asegurado el presidente de la Asociación Médicos Españoles en Europa.
Por su parte, Carlos Dora, ex coordinador del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha afirmado que los sistemas sanitarios europeos, y los de otras partes del mundo, «tienen problemas que están mucho más en evidencia con el aumento dramático de la demanda que causó la pandemia».
Sin embargo, hay consenso global con respecto a qué tipo de sistema sanitario ofrece mejor resultados: «El que está basado en la Atención Primaria, con cuidados integrados, continuados, por equipos multidisciplinares, que incluyen prevención y promoción de la salud, además de atención a la enfermedad. Un sistema que colabora con otros sectores y con las comunidades que sirve para encontrar sinergias que lleven a mayor bienestar y actuar sobre determinantes de la salud, sociales, comerciales y ambientales».
En opinión de este experto, los países han logrado desarrollar diferentes aspectos de este ideal. «España y Reino Unido, por ejemplo, tienen modelos avanzados, pero hay mucho que hacer todavía, en todas partes del mundo, como evidenció la pandemia».
Según Dora, en particular, falta inversión en la Atención Primaria y modelos que capten distintos recursos para este nivel y una política de recursos humanos positiva «para que estos profesionales se sientan motivados a trabajar en áreas menos atendidas o donde hay más dificultad».
Así, se evitaría, a su juicio, la emigración de profesionales a otros países en busca de mejores condiciones, «dejando huecos de atención en especial en áreas rurales o donde están poblaciones vulnerables y con más riesgos de salud».