España y Portugal participan en AGERAR II, un proyecto europeo que promueve soluciones energéticas inteligentes en sistemas de autoconsumo colectivo y en el que participa el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). En el marco del mismo, ha desarrollado una tecnología que permitirá a las comunidades energéticas locales ahorros de entre un 10 y un 15% en la factura energética.
Así lo ha manifestado, en la presentación de los resultados, el director del área de energía de Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), Santiago Rodríguez, entidad líder de esta iniciativa de almacenamiento y gestión de energías renovables en comunidades energéticas locales.
En concreto, ITG ha desarrollado una comunidad energética virtual y algoritmos de Inteligencia Artificial que permiten optimizar la gestión de las necesidades energéticas y predecir consumos.
Actualmente, en España y Portugal están en marcha más de 500 comunidades energéticas locales, un nuevo sistema de autoconsumo colectivo ligado a la transición energética y que sitúa «al consumidor como protagonista de la gestión», según ha señalado Rodríguez.
El proyecto AGERAR II, ha añadido, nace con el objetivo de dotar de herramientas para digitalización de comunidades energéticas locales, evaluar nuevas tecnologías de almacenamiento, «como puede ser hidrógeno y los supercondesadores híbridos», y el desarrollo de algoritmia que «optimice la toma de decisiones».
«La demanda existe, hay consumidores que quieren este modelo de negocio, falta legislación que permita un despligue masivo», ha recalcado.
En el acto, han participado también el coordinador de la Unidad de Energía y responsable de Desarrollo de Negocio de Inegi de Portugal, Ricardo Barbosa; y la jefa de Proyectos del Laboratorio de Energía del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), Rosa María Rengel.
Barbosa ha destacado en las comunidades energéticas locales el hidrógeno verde tendrá un papel «importante». En la misma línea, Rengel ha indicado que las principales conclusiones de los estudios de viabilidad de este proyecto, tanto técnicos como económicos, son que «ambas tecnologías –hidrógeno y supercondesadores híbridos– abordan de forma satisfactoria las necesidades de las comunidades energéticas para su almacenamiento.»