La Sociedad de Garantía Recíproca de la Pequeña y Mediana Empresa de Pontevedra y Ourense (Sogarpo) superó por primera vez en 2022 los 1.000 millones de euros en inversión inducida (1.037,8 millones), lo que supone un 5,6% más que en 2021 y un 19,2% más que antes de la pandemia.
Así se desprende de las cifras presentadas este miércoles en su junta general, que se ha llevado a cabo en Vigo, en la sede de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP).
Los directivos han hecho repaso del «positivo ejercicio» vivido el año pasado por la sociedad, cuando el organismo alcanzó el «récord histórico» de importe de avales en vigor, con 160 millones de euros, creciendo un 43% en comparación con 2019.
«En 2022 cumplimos la hoja de ruta, al superar el doble rasero de la comparativa anual y de la que mide dónde estábamos antes de la pandemia y dónde estamos hoy. Y el resultado es que crecimos en el último año y que continuamos en mejor posición que en 2019, con casi todos los indicadores mostrando alzas a doble dígito», ha subrayado el presidente de la SGR del sur de Galicia, Artur Yuste.
Los 42,1 millones de euros inyectados a pymes y autónomos por la sociedad durante el año pasado a través de casi 700 avales hicieron posible un crecimiento en tasa interanual del 24,5% en importe concedido, del 32,6% en inversión inducida y del 24,7% en empleo consolidado, con el sostenimiento de casi 6.000 puestos de trabajo en un total de 471 empresas beneficiarias.
Entre otros datos, según recoge Sogarpo en un comunicado, en la junta también trascendió que las operaciones destinadas a inversión aumentaron un 63,7%, al captar más de 27 millones y representar dos de cara tres formalizaciones del ejercicio. En este sentido, la sociedad ha alertado de que la inflación y las subidas de interés no deberían frenar la innovación empresarial.
SUBIDA DE TIPOS
«Los tipos de interés no pueden echar el cerrojo a la innovación y a la inspiración de empresarios, emprendedores o autónomos. Las sociedades de garantía recíprocas (SGR) y el sistema de garantías tenemos mucho que aportar, para que las empresas sigan teniendo cobertura en la financiación. Porque aplazar es retrasar y perder», ha reivindicado Yuste.
En la junta se han analizado los cambios que están provocando la inflación y la curva de tipos en el ámbito de la financiación empresarial y en el sistema de garantías, con efectos como un endeudamiento más caro y mayores dificultades para acceder a financiación por parte de las empresas.
«Llevamos una sucesión de meses viendo cómo una medida macroeconómica de control ha perturbado y transformado todo el escenario. La inflación ha situado el amarillo intermitente en los semáforos de la inversión y del endeudamiento. Con la inflación han venido la subida de costes, la falta de liquidez, la enésima vuelta de tuerca en la caída de márgenes y también el encarecimiento de los productos financieros y el aumento de las dificultades para acceder a financiación o para renovar pólizas de crédito», ha lamentado Yuste.
Por eso, ha insistido en que en un momento de «tantas fuerzas de distorsión simultánea», lo prioritario, a su juicio, es proteger la innovación y el talento, para así proteger el tejido empresarial de Galicia y su economía.