El director de la Agencia Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) Rio Minho, Uxío Benítez, ha trasladado este lunes su rechazo público a la decisión de reponer los controles en las fronteras entre Galicia y Portugal con motivo de la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud, del 1 al 6 de agosto en Lisboa, y que incluyen la visita del Papa Francisco.
Benítez ha pedido a los Gobiernos de España y Portugal que aclaren en qué consistirán las medidas que se van a adoptar «para evitar la alarma social» que ya se vivió durante los cierres de fronteras en la pandemia o en 2017, con la visita del Papa a Fátima.
Según ha señalado, el cierre de 2020 de prácticamente todos los pasos fronterizos en el sur de Galicia, obligó a trabajadores transfronterizos a hacer rodeos de kilómetros para acudir a sus puestos, además de otros problemas sociales para vecinos que utilizan servicios y equipamientos a ambos lados de la frontera.
Uxío Benítez ha señalado que, si bien es comprensible la necesidad de seguridad, hay que establecer «un sistema sin barreras» que impacte «lo mínimo posible» en la vida diaria de los vecinos de este territorio.
Además, ha recordado que la visita del Papa coincidirá en plena campaña de vacaciones y operación salida del verano, por lo que las dificultades de circulación pueden impactar directamente en el turismo y la economía local.
Algunos ayuntamientos miñotos ya se han dirigido al Ministerio de Administración Interna de Portugal solicitando más informacion, y la AECT se encuentra a la espera del resultado de la reunión que mantendrán este viernes los ministros de Administración Interna de Portugal, José Luis Carneiro, y su homólogo español, Fernando Grande-Marlaska, para evaluar las medidas a tomar.