La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que la marcha de Ferrovial de España es «un acto político» y que, desde su punto de vista, se trata de una decisión «injusta».
Así, ha recordado que se trata de «una compañía cuya acumulación de capital está muy vinculada a la obra pública, y afortunadamente la sociedad española entiende que hay una responsabilidad por parte de las empresas».
En este sentido, ha considerado que es especialmente esta responsabilidad en el caso de «aquellas que su riqueza no solo depende de adjudicación de contratos de obras y servicios, sino de la revisión de precios, al alza cuando corresponde, del rescate cuando el cálculo inicial no se corresponde con la materialización de ingresos que en un determinado momento se plantea» o incluso de «la cobertura que tiene un estado social» como el español, con «una capacidad de acompañar en los momentos difíciles como ocurrió con los ERTES».
Ribera se ha pronunciado así en la mañana de este viernes en Ferrol, en donde ha presidido la inauguración oficial de un congreso que aborda las oportunidades del sector eólico marino.