La manifestación convocada para este domingo en Santiago por SOS Sanidade Pública en defensa de la Atención Primaria ha marcado el pleno de esta semana en O Hórreo y ha convertido la sesión de control al presidente gallego, Alfonso Rueda, en un debate agrio monográfico en el que tanto el mandatario como sus adversarios, la líder del BNG, Ana Pontón, y el portavoz parlamentario del PSdeG, Luis Álvarez, se han acusado mutuamente de dañar y «degradar» el sistema sanitario público.
El primero en intervenir ha sido el parlamentario Luis Álvarez, quien ha acusado a Rueda de encabezar «la demolición controlada» de la sanidad pública con una gestión «corrosiva» que provoca el deterioro del sistema de salud. Al tiempo, ha censurado que «renuncie a sus competencias» en la materia y le ha emplazado a tomar medidas para solventar los problemas que aquejan al sistema sanitario público.
En el debate, Álvarez ha advertido de listas de espera «ocultas» y ha incidido en que Galicia tiene «la peor ratio de profesionales en todo el estado»; y mientras ha lamentado que «el presidente por accidente» Rueda esté «más pendiente de montar bronca permanente con el Estado que de buscar soluciones» ante una «realidad» que dibuja una sanidad pública en Galicia que está «peor que hace una década».
También ha afeado las «precarias» condiciones de los sanitarios y ha incidido en que todos estos factores están detrás de las «intensas» movilizaciones ciudadanas en distintos puntos de Galicia, que culminarán –ha recordado– en la manifestación del domingo y que han dado pie a una iniciativa legislativa popular (ILP) respaldada por más de 50.000 firmas.
Enfrente, ha reivindicado que los socialistas seguirán proponiendo medidas alternativas, aunque los populares digan que «no», ha reprobado, de forma sistemática.
PONTÓN: «PIDA PERDÓN A LOS GALLEGOS»
A renglón seguido, Ana Pontón ha tomado la palabra para lanzar un duro mensaje al presidente: «Pida perdón a los gallegos por poner en riesgo su salud tras 13 años de recortes y privatizaciones». «Pida perdón por las urgencias saturadas, por tener a miles de niños sin pediatra, por tener un Gobierno que se ha convertido en un peligro para la salud de los gallegos», ha apostillado.
En su intervención, la dirigente nacionalista ha advertido que, con el gobierno del PP, el «recorte acumulado» en Atención Primaria es de 2.339 millones de euros. «¿Cómo no va a haber listas de espera para ver al médico de familia?», se ha preguntado, antes de advertir que, «por mucho que los populares se escondan en su propaganda y soberbia», existe «un deterioro de la sanidad pública» y «los gallegos lo saben».
«Desprestigian la sanidad pública para beneficiar a la privada», ha esgrimido y ha cifrado en 194 los ayuntamientos, el 62% del total de los 313 municipios gallegos, «que carecen de servicio de pediatría». En este punto, ha afeado que Rueda, quien observaba unos papeles, «no» le pudiese mirar a la cara, provocando las críticas de las bancadas populares y gritos de «¡qué egocentrismo!» hacia la nacionalista.
Pontón ha continuado y ha sugerido al presidente que debería reducir las «críticas» a al ciudadanía por protestar por la situación de la sanidad y ponerse a «trabajar más» para «revertir el deterioro asistencial». «Si algo quedó claro es que los recortes matan», ha remarcado, antes de lanzar una última proclama: «la sanidad no se toca y se lo van a decir los gallegos este domingo 12 de febrero».
«SIGAN DEGRADANDO LA SANIDAD PÚBLICA»
«Sigan degradando la sanidad pública», ha respondido Rueda, quien ha atribuido a la oposición la «manipulación» de las cifras y también «exageraciones» mientras dicen «no» a todas las medidas que plantea la Xunta para «mejorar» la situación.
Este mismo miércoles ha avanzado varias de las abordadas en la Mesa Sectorial de Sanidad que se reunió en la misma jornada, encaminadas a anclar más MIR de Primaria a la comunidad, dotar de médicos plazas de difícil cobertura y reorganizar agendas del primer nivel asistencial. También se ha quejado de que sus adversarios resultan «muy bravos» en Galicia pero «muy mansos» a la hora de exigir al Gobierno decisiones que, ha alegado, solo están en sus manos.
Por ello, ha lamentado que la oposición sea «parte del problema y no de la solución», al tiempo que ha trasladado su «absoluto respeto» a quienes «de buena fe» protestan para que se solucionen problemas de la sanidad. Dificultades, ha puntualizado, de cuya existencia es consciente. «Están en su derecho y nosotros tenemos el deber de intentar solucionarlo», ha asegurado.
«Jamás nos escuchará a mí o a mi gobierno decir lo que decían ustedes en el bipartito, que las listas de espera eran culpa de los médicos, que tienen que hacer mejor su trabajo», ha reprochado, y ha asegurado que, además de «humilde», su Ejecutivo siempre será «autocrítico» porque la «autocrítica» conduce a «trabajar más».
Dicho esto, ha negado las acusaciones de recortes y ha ejemplificado con el presupuesto para sanidad es muy superior al último del bipartito en 2009, igual que se ha incrementado el personal sanitario desde entonces. «Hay que seguir trabajando», ha reconocido, pero ha extendido los problemas al conjunto de las autonomías citando a dirigentes de otros colores políticos que también denuncian falta de médicos.
«Dicen que nosotros desprestigiamos la sanidad pública gallega, pero luego ustedes la comparan con la de países tercermundistas o llaman panda de psicópatas a directivos del Sergas», se ha quejado, para añadir que «con exageraciones y tergiversaciones sistemáticas no se va a solucionar nada».
En este escenario, ha afeado a Pontón que, pese a tener «una piel tan fina» no tenga «la gallardía» para «corregir» a la diputada Montse Prado, quien llamó «panda de psicópatas» a los directivos del Sergas. «Apoyar la sanidad pública es compatible con criticar, pero no reconocer ningún acierto ni apoyar ningún avance es formar parte del problema», ha afeado.
Y también ha ironizado con que el «escalímetro de piel fina» de la dirigente nacionalista ya no permita «ni que se pueda leer y escribir» mientras que está hablando.
AFEA QUE INSTITUCIONES «PONGAN AUTOBUSES» PARA LA PROTESTA
En su intervención, ha puesto en valor los datos del último Barómetro Sanitario del CIS, en los que se recoge que Galicia es «segunda comunidad que mejor valora su sanidad pública, 10 puntos más que el promedio nacional» y en los que se puntúa al Sergas «con un 6,58 sobre 10», lo que supone una de las notas más altas de toda España. «Estas son las cosas que hay que seguir haciendo y no vamos a ahorrar en mejoras ni en esfuerzos», ha comprometido.
Pero ha concluido con que también le gustaría que la oposición promoviese «más propuestas» y «menos protestas». En este sentido, ha ironizado con que, cuando llegan asociaciones u organizaciones diversas a pedir ayuda a la Xunta porque sus ayuntamientos o diputaciones afirman que no tienen recursos, habrá que comentarles que sí disponen de fondos para aportar para autobuses en protestas como la del domingo.
«Ustedes no ahorran dinero para pagar autobuses para manifestarse contra la Xunta», ha afeado, sin dar nombres, en referencia a varios ayuntamientos de Pontevedra que han contratado autobuses para ayudar a sus vecinos a desplazarse a Santiago el domingo –algunos como el de Cambados ha hecho un llamamiento a la población para participar en la manifestación, además de poner a disposición un servicio de bus gratuito–.
«La oposición debía ser mínimamente responsable», ha zanjado el presidente gallego.