La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha asegurado que, con su liberalización, la alta velocidad española «ha perdido su carácter elitista», «hay mejor competencia» y «ha alcanzado la democratización que buscábamos», así como la «rentabilidad social» de las infraestructuras.
Así, ha llamado a «seguir celebrando cómo somos capaces de extender la alta velocidad» y ha remarcado que «la liberalización tiene que llegar también al norte de España».
Sánchez se ha manifestado así tras llegar a Valencia desde Madrid en el viaje inaugural de Iryo, que se ha celebrado a cuatro días del arranque de sus operaciones comerciales entre la capital y Barcelona.
En el acto institucional con motivo de este viaje, la ministra ha dado la bienvenida a Iryo a España y ha recordado cómo hace 30 años el país apostó por la Alta Velocidad y llegar a la «modernidad tan ansiada», una apuesta que «ha cambiado la imagen de este país», tanto de cara al exterior como la que teníamos «de nosotros mismos», y «ha servido para demostrar de lo que es capaz». «A partir de esa apuesta derribamos muchas barreras, no solo geográficas».
Raquel Sánchez ha hecho hincapié en que hoy en día la Alta Velocidad conecta al 70% de la población y superará los 4.000 kilómetros cuando se ponga en marcha el servicio a Murcia antes de final de año, con una inversión que a lo largo de los años se ha elevado a más de 60.000 millones de euros.
Asimismo, ha destacado que España es una «potencia mundial en alta velocidad, no solo en kilómetros de vía, también en términos ferroviarios» de exportación de conocimiento e innovación, con empresas «líderes a nivel mundial». De hecho, ha destacado que el sistema de propulsión del tren llegado este lunes desde Chamartín ha sido fruto de la innovación española.
La ministra ha incidido en que la liberalización de la Alta Velocidad es un nuevo hito y una «apertura sin precedentes» que está logrando que este servicio «sea accesible a todos los ciudadanos». «Con la llegada de Iryo, somos el primer país del continente que tiene tres compañías de primer nivel que prestan servicios de alta velocidad», ha subrayado.
La primera consecuencia de ello, según la ministra, es que «la Alta Velocidad ha perdido su carácter elitista», «hay mejor competencia» y «ha alcanzado la democratización que buscábamos», así como la «rentabilidad social» de las infraestructuras. Por todo ello, ha asegurado que la ciudadanía es la primera beneficiaria de la liberalización, que también favorece al «sector en su conjunto» pues le incentiva a ser «más competitivos» y mejorar los servicios.
Sánchez ha incidido en que, tras el viaje de prueba entre Madrid y Valencia, Iryo empezará a operar Madrid, Zaragoza y Barcelona. Después Valencia y Cuenca y entre marzo y abril conectará con Andalucía.
Finalmente, ha destacado cómo la liberalización de servicios como este permite ser «más resilientes y mejorar el servicio» para la ciudadanía.