El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha avalado el cese del capitán de un buque hospital tras contradecir a un director provincial del Instituto Social de la Marina (ISM) e intentar que un médico contagiado de covid-19 desembarcase en las Islas Azores (Portugal) en abril de 2020.
El alto tribunal gallego, en una sentencia dictada el pasado 6 de octubre por la Sala de lo Social, desestima el recurso del afectado contra un fallo emitido en mayo de este mismo año por el Juzgado de lo Social número 2 de Pontevedra que confirmó su cese como capitán del barco sanitario ‘Esperanza del Mar’, porque se trataba de un cargo de alta dirección, es decir, de confianza, que ocupaba desde 1996.
Los hechos ocurrieron en abril de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del coronavirus. El buque partió del Purto de Vigo el día 4 del citado mes para prestar asistencia al pesquero ‘Ribel Tercer’, en el que varios tripulantes tenían síntomas compatibles con la covid.
Uno de los marineros, dada su gravedad, ingresó en el ‘Esperanza del Mar’, mientras que el resto de la tripulación permaneció en el pesquero. Los dos barcos se dirigieron a Vigo y allí confirmaron el positivo de los tripulantes del pesquero.
Días más tarde, el 13 de abril, el buque hospital volvió a salir de puerto. Una vez en alta mar, se planteó que varios tripulantes podían ser vulnerables a la covid, entre ellos uno de los médicos.
Sin embargo, el servicio de prevención de riesgos emitió un informe que rechazaba que el facultativo tuviese especial sensibilidad al coronavirus y determinó que podía seguir trabajando en una zona no covid, una postura compartida por el director provincial del ISM de Las Palmas de Gran Canaria, a pesar de que el capitán –en un ‘email’ que le remitió– apostaba por que desembarcase en Ponte Delgada, en las Azores, al no saber qué decisión adoptar.
Posteriormente, el 25 de abril, el médico presentó fiebre y, tanto ese día como los siguientes, el capitán volvió a insistir, en más correos electrónicos, en que debería plantearse su desembarco en las islas lusas.
En paralelo, el facultativo afectado se puso en contacto con las autoridades médicas portuguesas por su propia cuenta. Cuando el director del ISM de Las Palmas tuvo conocimiento de este modo de proceder del médico, preguntó por ello al capitán, quien le respondió que ya había preguntado al sanitario por esta actuación que había emprendido sin autorización y que se había disculpado. «Había entendido que estábamos tratando de que se le hiciera la prueba del covid-19 y que lo único que intentaba era colaborar, para agilizar el tema», recoge el relato de hechos probados.
EXPEDIENTE DISCIPLINARIO
A raíz de todo ello, el ISM inició contra el capitán un expediente disciplinario por dos faltas muy graves, al haber cuestionado las decisiones del director provincial del organismo, y le impuso nueve meses de suspensión de empleo y sueldo. El médico también fue sancionado, en su caso por dos meses.
No obstante, en julio de 2021, más de un año después, el ISM comunicó al capitán que había decidido desistir de la relación laboral de alto cargo, por lo que fue rebajado al cargo que ostentaba con anterioridad: oficial segundo del puente.
El sancionado –que, con todo, está de baja desde agosto de 2021 por un trastorno de ansiedad– llevó los hechos a la justicia alegando que había una «modificación sustancial de las condiciones de trabajo» derivada de su relegación como capitán del ‘Esperanza del Mar’.
Pero el Juzgado de lo Social, en la sentencia ahora confirmada por el TSXG, confirmó que su relación laboral es «especial de alta dirección», por lo que «no existió modificación sustancial de las condiciones de trabajo», sino simplemente un cese «por pérdida de la confianza».
