Los transportistas de Tradime, en Lugo, han rechazado la posibilidad de incorporar peajes a las vías de alta capacidad y han advertido de que, si finalmente se cobra por el uso, esto restaría «competitividad a Galicia».
Unas declaraciones que se producen luego que la ministra de Transporte, Raquel Sánchez, haya reiterado, esta semana, su postura de que hay que plantearse un sistema de mantenimiento de las carreteras y, singularmente, de las vías de alta capacidad como son las autovías.
El vicepresidente de Tradime, José Fernández, ha puesto de relieve que en el sector «siempre» se opusieron «a este tipo de nuevo impuesto y sí se nos aplica como sector nos afectaría muy negativamente».
«Si lo tuviéramos que aceptar, lo que haríamos sería trasladarlo (sus costes) como ocurre con el gasoil a los cargadores», ha advertido.
Fernández ha dejado caer que «esto sería añadir un coste más a los productos que transportamos y esto originaría en Galicia que se reste competitividad». «No es una buena noticia. Buscan fórmulas para recaudar y ya están dando por hecho que la gente va a asumir su implantación», ha reconvenido.
El empresario del transporte ha puesto el acento en que, además, en Lugo «apenas» se dispone de ellas, poniendo el ejemplo de la A-6, «que ni siquiera» cuenta con «un proyecto de reconstrucción con unos plazos determinados o fijo». «Nos parecen peajes (si se implantase) por algo que no podemos utilizar», protesta.
José Fernández también se ha referido a la A-8, que son las dos autovías que atraviesan la provincia de Lugo, por los problemas en el alto del Fiouco. «Va a tener que ocurrir otro accidente para que se implante un sistema» para cruzar sin problemas por ese lugar, ha lamentado.
Finalmente, ha vuelto a insistir en que «el peaje para Galicia y para Lugo no es positivo, sobre todo, teniendo en cuenta el coste del que se habla, de diez céntimos para turismos por kilómetro de autovía y veinte céntimos para los camiones».
Una nueva polémica para el sector, el posible pago por el uso de autovías, que se suma a las críticas al desvío de Pedrafita, por la caída del puente en la A-6, que en caso de nieve se les obligaría a los camiones a que usen la Nacional 120 para esquivar Pedrafita do Cebreiro.