La sección sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ratificado la sentencia de instancia que acordó la «privación total de la patria potestad» sobre sus hijos a César Adrio, condenado a más de 30 años de prisión por el asesinato en Vigo de la joven ingeniera Ana Enjamio.
Un juzgado de primera instancia acordó privar de este derecho a César Adrio por «incumplimiento grave» de sus deberes, al no haber atendido al sustento de sus hijos, al haber sido condenado por un delito grave, y teniendo en cuenta el superior interés de los menores (uno de los cuales expresó explícitamente su rechazo a mantener cualquier relación con su padre).
La representación jurídica de César Adrio presentó recurso, alegando que no podía haber colaborado en la manutención de sus hijos (fijada en la sentencia de divorcio) porque estaba en prisión, y que la privación de la patria potestad supone un «nuevo castigo» para él, que ya está cumpliendo condena por el asesinato.
La Audiencia, no obstante, ha confirmado la sentencia en una resolución de mayo pasado, al considerar que el condenado no hizo «ni un solo intento de colaborar en el sustento económico» de sus hijos, ni siquiera cuando la sentencia fue firme y pudo haber desarrollado algún trabajo remunerado en prisión. Además, «no ha acreditado que carezca de recursos».
«NO ESTÁ EN CONDICIONES DE VELAR POR SUS HIJOS»
Por otra parte, el tribunal provincial hace hincapié en la gravedad de los hechos por los que fue condenado a prisión, tras asesinar a una mujer joven, con la que había tenido una relación sentimental, y a la que «estuvo hostigando durante meses». «Quien actúa así no está en condiciones de velar por sus hijos, ni de proporcionarles una formación aceptable», recoge la sentencia.
«Este tribunal no puede abstraerse de esos hechos, especialmente graves», ha señalado la Audiencia, que ha apuntado que «uno de los más graves incumplimientos de un progenitor con sus hijos es atentar contra la vida», lo que implica «una falta total de respeto a la integridad de los menores» que, además en este caso, «resultaron afectados psicológicamente» por lo que ha hecho su padre.
César Adrio fue condenado por la Audiencia de Pontevedra (en base al veredicto de un jurado) a 30 años y 4 meses de cárcel por un delito de asesinato, uno de acoso y otro de vulneración de la intimidad, tras asestar casi una treintena de puñaladas a la joven Ana Enjamio, con quien había tenido una relación sentimental, en la madrugada del 17 de diciembre de 2016.
La sentencia fue ratificada posteriormente por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y por el Tribunal Supremo, aunque éste rebajó la pena en un año al retirar la agravante de discriminación por motivo de género en el delito de asesinato.