Galicia debe disminuir un 65% sus emisiones para 2030 si quiere cumplir el objetivo de 1,5 grados fijado en la cumbre climática de Glasgow, la COP26. Eso sí, en el 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero han descendido un 35,9% con respecto a 1990, año de referencia de las políticas climáticas.
Son datos de un informe elaborado por el Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli), en base a datos del Ministerio para la Transición Ecológica, que ha constatado que durante el período 2019-2020 las emisiones de la comunidad gallega han permanecido por debajo de los niveles de 1990. Las principales razones de esta reducción han sido el colapso de la creación de energía eléctrica con carbón y el descenso de la actividad económica de 2020 tras la crisis de la Covid-19.
Desde el Observatorio han señalado que el descenso de las emisiones totales de 2020 con respecto a 1990 se ha debido principalmente a la caída del empleo de fuentes fósiles –tales como el petróleo y el carbón– en el sector energético, así sus emisiones han bajado en 11 millones y medio de toneladas (-78%).
A pesar de esta reducción, la autonomía gallega debe disminuir sus emisiones en al menos un 65% de cara a 2030, a pesar de que la Xunta ha fijado recientemente esta reducción en un 55%, según ha constatado Ogacli.
Otros de los servicios que han notado un descenso en las emisiones han sido la industria y el tratamiento de residuos. En oposición, las emisiones de la agricultura y ganadería han aumentado.
En lo que refiere a transportes de mercancías y personas, ha sido el sector en el que más han crecido las emisiones, con un 29,3% por encima de las de 1990. De esta forma, en el año 2019 pasó a ser el sector que más emisiones ha generado, con un 22,5% de las totales en el 2020.