El Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) acaba de incorporar una máquina de perfusión que imita la función que realiza el cuerpo humano y recrea las condiciones ideales para que un hígado sobreviva fuera del organismo.
Hasta ahora, el hígado, una vez extraído del cuerpo del donante, podía almacenarse de forma segura durante unas pocas horas (tiempo de isquemia fría).
«Con esta nueva tecnología de perfusión, los hígados sanos, e incluso los dudosos en cuanto a su validez, pueden mantenerse en mejores condiciones evitando los daños que pueden producir desde que el órgano es extraído del donante hasta que se implanta en el receptor», explican desde el complejo hospitalario.
Además, señala que este avance en el tratamiento y mantenimiento del órgano extraído permite aumentar la cantidad de órganos disponibles para el trasplante, además de optimizar los órganos que por sus características llegarían en peores condiciones, pudiendo afectar de manera negativa al resultado final.
«Los hígados de características dudosas de donante cadáver, se pueden optimizar en esta máquina para que disminuyan los daños producidos por la preservación por lo que llegarán en mejores condiciones al trasplante», exponen desde el Chuac.
En concreto, este dispositivo de nueva incorporación hace circular por el interior del órgano una solución de preservación oxigenada para que las células sufran lo menos posible durante el tiempo que el hígado permanezca fuera del organismo.
El método tradicional de conservación de los órganos en frío sigue siendo la norma habitual y el dispositivo solo será utilizado en órganos que necesiten una mejora en la preservación por sus condiciones.
En el que va de año, el número de trasplantes hepáticos realizados en el Chuac asciende a 22, cifra similar a la conseguida por estas mismas fechas del pasado año.