El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha avalado este miércoles la disolución de Banco Popular tras desestimar en su totalidad los recursos presentados por parte de los accionistas contra la resolución de la entidad bancaria en 2017, y traspasada a banco Santander por un euro, por lo que rechaza la devolución del dinero de las acciones una compensación a los demandantes.
La sentencia del alto tribunal europeo, sobre la que cabe recurso, argumenta que la Junta Única de Resolución (JUR) y la Comisión Europea «no incurrieron en un error manifiesto de apreciación» al considerar que Banco Popular «se hallaba en grandes dificultades o probablemente fuera a estarlo».
Así, apunta que la liquidación de Banco Popular se adoptó «válidamente» y «con independencia» de los motivos que llevaron a la entidad bancaria a encontrarse en dificultades.