El Gobierno gallego ha aprobado este jueves el ‘VIII Plan estratégico de igualdad de oportunidades 2022-2027’ con un presupuesto de 935,5 millones de euros, «el mayor de la historia» de un documento de planificación de estas características, según ha avanzado el presidente gallego, Alfonso Rueda.
El objetivo de la Administración autonómica es «avanzar en la lucha contra las discriminaciones» y prevenir la violencia machista para conseguir una igualdad de género real y efectiva en todos los ámbitos. El presupuesto aumenta en un 138,8% con respecto al séptimo plan, y también se elevan los ámbitos de actuación, que serán un total de nueve, frente a los tres del anterior.
El plan, con mayor contenido económico, aspira a dar más estabilidad y sostenibilidad a las políticas autonómicas de igualdad al contar con un horizonte temporal también más amplio que el previo –seis años de vigencia frente a los cuatro anteriores–, y con una evaluación intermedia al final del primer trienio, en 2024. Cuando termine la vigencia del plan se hará la evaluación final.
«Es un plan ambicioso, un plan a seis años, con consignaciones presupuestarias que llegan casi a mil millones, que deberá ser evaluado en la mitad de su ejecución, a los tres años, y supone la expresión de una prioridad absolutamente irrenunciable para cualquier administración», ha abundado Rueda, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión semanal de su Ejecutivo.
Como novedad, asimismo, se dará más relevancia a la empleabilidad, emprendimiento y eliminación de la brecha salarial; a la igualdad en los ámbitos del rural y del mar; y al «empoderamiento, sororidad y participación social» de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada.
El VIII Plan estratégico incluye en total 128 líneas de acciones ennmarcadas en ocho ámbitos de actuación específicos y uno transversal. Este último contiene cuatro ejes diferenciados para que la perspectiva de género se incluya en todos los programas y acciones del Gobierno gallego.
Alude, en concreto, a la respuesta a los efectos de la covid-19, que tuvieron un impacto más significativo en las mujeres; la diversidad de las mujeres con respecto al origen migratorio, origen social, orientación sexual, edad o discapacidad; la ruralidad para que el lugar de residencia no se convierta en un factor más de discriminación; y un cuarto eje en torno a la interseccionalidad para abordar la situación de las mujeres en contextos de especial vulnerabilidad.
ÁMBITOS DE ACTUACIÓN
Con respecto a los ocho ámbitos específicos, el primero versará sobre la empleabilidad, emprendimiento y eliminación de la brecha salarial, con el reto de eliminar los desequilibrios de género en el ámbito laboral, con especial énfasis en el emprendimiento innovador.
El segundo ámbito se dedica a las mujeres en la ciencia y en la investigación, con el fin de configurar un sistema gallego de ciencia, tecnología e innovación que incorpore de forma efectiva el principio de igualdad y aproveche el talento femenino.
El tercero, de conciliación y corresponsabilidad en el uso de los tiempos, tiene como objetivo avanzar hacia un cambio cultural en el uso de los tiempos que les permita a mujeres y hombres compaginar en igualdad a esfera privada con la profesional.
El cuarto ámbito atañe a acciones encaminadas a la igualdad de oportunidades para las mujeres rurales, con el reto de eliminar los obstáculos que representan una doble discriminación para las mujeres rurales y del mar.
El quinto eje está dedicado a la educación para la igualdad y prevención de las violencias contra las mujeres para reforzar la coeducación como instrumento de transformación para acabar con las desigualdades. El sexto, de empoderamiento, sororidad y participación social, pretende conseguir la intervención plena de las mujeres e incrementar su presencia en las esferas de poder e influencia.
Por último, el séptimo ámbito está destinado la otras políticas sectoriales para el bienestar, la cohesión social y el reto demográfico, con el fin de asegurar el bienestar integral de las mujeres en su diversidad; y el octavo incluirá acciones de intervención para la erradicación de la violencia machista para conseguir el rechazo social y garantizar una respuesta institucional efectiva para la atención de las víctimas.
El plan, para su diseño, contó con la colaboración de todos los departamentos de la Xunta y con la elaboración previa de una diagnosis sobre las desigualdades de género, así como con un proceso de revisión de planes, programas, informes y normativa vigente.