El Gobierno ha dado ‘luz verde’ a que los establecimientos comerciales puedan limitar las compras de sus clientes «cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor» para evitar el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas.
Así, lo recoge el ‘Plan de Respuesta’ al impacto económico de la guerra en Ucrania publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), con una modificación de la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista.
«Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador», señala ahora el nuevo apartado en dicha norma.
El Ejecutivo precisa que estas medidas deberán estar justificadas y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas.
«Lo importante es que hagamos una llamada a la responsabilidad. A veces se producen alarmas guiados por el nerviosismo. Eso es lo que contempla el plan y creo que lo importante es que hagamos una llamada a la responsabilidad, que entre todos nos corresponde transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía», ha afirmado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso de los Diputados.
La titular de Industria ha afirmado que «a veces se producen ciertas alertas y alarmas que generan comportamientos quizás guiados más por el nerviosismo», y ha añadido que se trata de medidas que tienen que servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, al tejido productivo y a empresas.
«Todos debemos ser responsables en ese sentido. Las comercializadoras y supermercados también. Eso es lo más importante en un contexto complicado», ha resaltado.
Pocos días después de iniciarse el conflicto bélico en Ucrania, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) avisó de que algunas empresas de distribución alimentaria estaban adoptando medidas de limitación de venta de aceite de girasol debido al «comportamiento atípico» del consumidor que se había producido.
La asociación aclaró que la «demanda anómala» afectaba a un número «muy limitado» de productos relacionados con el aceite de girasol procedentes de Ucrania ante el temor de que se produjera el llamado ‘efecto papel higiénico’, como ya ocurrió en la pandemia.