Un total de 326 compromisarios y otro centenar de afiliados y simpatizantes que acudirán como invitados conformarán la delegación gallega que acompañará al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el congreso extraordinario de esta semana en Sevilla, donde será ratificado como líder del PP una vez cerrada la etapa de Pablo Casado.
Fuentes de la formación en Galicia han trasladado a Europa Press que, al margen de los compromisarios que corresponden al territorio de procedencia del propio Feijóo, participarán en el cónclave unos cien invitados.
«Y podrían ir incluso más», subrayan las fuentes consultadas por Europa Press, que inciden en que se trata de un momento «emocionante» e «histórico» para el partido también en Galicia, donde se tendrá que abordar un proceso de sucesión después de una etapa de 16 años de un fuerte liderazgo de Feijóo.
En Galicia hay «confianza» en las decisiones que pueda adoptar su jefe de filas, pero también «incertidumbre» sobre qué va a pasar. En todo caso, los populares subrayan que la coyuntura no tiene «nada que ver» con la sucesión de Manuel Fraga: el PPdeG gobierna con mayoría absoluta y tiene un margen de dos años hasta las próximas elecciones autonómicas.
Eso sí, la cita de las elecciones municipales está prevista para el próximo año.
¿UNA SOLUCIÓN PROVISIONAL?
Y es que Feijóo deberá dimitir esta misma semana como presidente del partido en Galicia –así lo estipulan los Estatutos del PP, es incompatible dirigir el PP gallego y ser el presidente nacional–. Lo que pasará a continuación dependerá de los tiempos que marque el propio Feijóo y de las fórmulas que ampare la normativa interna del partido.
En principio está garantizada una solución provisional para cuando Feijóo dimita: el secretario general, Miguel Tellado, recordó que su liderazgo «interino» mientras no se decide qué pasos dar está perfectamente «previsto». Eso cubriría el partido, al menos unos meses, tiempo suficiente para cerrar el relevo institucional.
Es compatible legalmente que Feijóo presida la Xunta y el PP estatal, pero aún así ya ha avanzado su intención de hacerlo solo durante «unas semanas» y ha situado el horizonte de cambio a partir de abril. En el partido hay la sensación de que no lo dilatará en exceso, y que la solución en el partido podría ir de la mano a la salida institucional.
El comité ejecutivo gallego, plenamente en vigor ya que fue renovado en julio, podría reunirse y ratificar como presidente del partido al ‘elegido’ para la Xunta. Otras vías como la gestora o un congreso extraordinario tienen amparo en los Estatutos populares, pero podrían generar más ruido con las municipales ya muy a la vista, algo que puede no interesar a ningún segmento del partido, al menos inmediatamente.
RELEVO INSTITUCIONAL
Para la Xunta, a la espera de lo que determine el propio Feijóo, quien ha avanzado una solución «previsible», el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, es el nombre que figura en el primer puesto de las quinielas.
Pero el único requisito legal para asumir la Presidencia de la Xunta es ser diputado, condición que también reúne el vicepresidente segundo y responsable económico, Francisco Conde; el portavoz parlamentario, Pedro Puy, eternamente presente en las quinielas para entrar en el Gobierno, algo que nunca se ha materializado.
También forma parte del amplio Grupo Popular en el Pazo do Hórreo el presidente provincial del PP de A Coruña, Diego Calvo, a quien muchos ven como «una opción de futuro», por pertenecer a una generación siguiente a la del propio Feijóo y de otros dirigentes de su entorno.
Aunque por el momento impera la ley del silencio en cuanto a nombres, el presidente provincial del PP en Ourense, Manuel Baltar, apuntó en una entrevista en la pasada jornada a Rueda como sucesor lógico, pero también remarcó que su carácter debería ser transitorio y sugirió que el candidato de 2024 debe salir de un congreso.