Las cadenas de supermercados y de distribución de alimentos viven con inquietud la segunda semana de paros en el transporte, que está provocando problemas en el suministro de determinados productos, fundamentalmente frescos, aunque todavía lejos de caer en el desabastecimiento.
Así lo han trasladado fuentes de distintas compañías del sector consultadas por Europa Press este martes, noveno día de paro en el transporte de mercancías por carretera y segundo de amarre total de flota pesquera en toda España.
La huelga llegó en un momento en el que la guerra de Ucrania había dejado escenas de estanterías casi vacías en determinados productos de los supermercados. Ahora, los problemas se centran en los productos frescos por el parón en las cadenas de recogida y distribución en sectores como el pesquero, el cárnico o el lácteo.
Con todo, las fuentes consultadas niegan que exista desabastecimiento, aunque apremian al Gobierno a adoptar las medidas necesarias para normalizar una situación que califican de «delicada».
Así la definen desde Vegalsa-Eroski, que incide en la «gran tensión» en la cadena de suministro que «no solo afecta a los consumidores, sino también a los proveedores locales, especialmente a los de productos frescos».
Reconocen que el flujo de mercancía desde los proveedores de la compañía a las plataformas de distribución «está siendo irregular en cuanto a cantidades y tiempos», lo que provoca que la compañía «revise cada día» la evolución de la situación «para seguir manteniendo el suministro a toda la red».
Mercadona, otra de las grandes cadenas de supermercados que operan en Galicia, también apunta a las dificultades para mantener el suministro de productos frescos a sus centros, aunque subraya que no se están dando problemas de desabastecimiento.
Fuentes de los supermercados de Lidl, compañía que cerró dos de sus centros en Asturias durante el pasado fin de semana, apuntan que la afectación es distinta según el centro y que trabajan para mitigar los efectos del paro.
LAS PLAZAS MANTIENEN ACTIVIDAD
La dependencia de productos de proximidad hace que la actividad sea la habitual en las plazas de abastos y los mercados tradiciones, aunque los efectos de los paros se dejan notar en la existencia de menor variedad de productos.
«No falta de nada, pero hay menos variedad», apuntan a Europa Press fuentes de la Plaza de Lugo, el principal mercado de abastos de A Coruña y uno de los más importantes de toda Galicia.
Con todo, el amarre de la flota desde el pasado lunes en toda España genera incertidumbre sobre la llegada de pescado a las plazas en los próximos días.
DISTRIBUCIÓN DE LUGO ESTUDIA MOVILIZACIONES
Por su parte, los distribuidores de Lugo, agrupados en la asociación Adislugo, estudia sumarse a las movilizaciones la próxima semana ante el precio del gasóleo, que presenta una subida que, dicen, no pueden repercutir en los clientes.
«Después de dos años perdiendo dinero esto ya es para echarse a llorar», ha señalado en declaraciones a los medios este martes el presidente de Adislugo, Eloy García, que ha puesto el foco en que el alza de los combustibles se suma a los efectos de la pandemia.
En cuanto a esas movilizaciones, García ha indicado que la posibilidad está sobre la mesa, pero descartan participar en piquetes. «Empezaremos esas protestas de forma más civilizada y sin impedir a la gente trabajar», ha apostillado antes de lamentar los problemas vividos en la primera semana de paros por las «amenazas» proferidas hacia los transportistas que sí trabajaron.
Eloy García se queja de que se les «impide trabajar», al tiempo que acusa a los profesionales del transporte de mercancías de «solo pedir para ellos» en sus protesatas.
No obstante, ha matizado que se mantienen expectantes con las medidas que se puedan tomar para frenar la escalada del precio del combustible, entre ellas, la idea de subvencionar el gasóleo para «vehículos pequeños» que, como apunta García, es la herramienta de trabajo de la distribución.
COMERCIO PIDE SOLUCIÓN AL CONFLICTO
Como ya han hecho en los últimos días distintos sectores, este martes, el comercio minorista gallego ha demandado al Gobierno central que se siente a negociar con los transportistas para poner fin a los paros que, según denuncian, está provocando un «desabastecimiento cada día más acusado».
En un comunicado, la Federación Galega de Comercio advierte de la situación «cada vez más complicada» para el sector del comercio, donde la escaseza de productos «para realizar con normalidad» la actividad provoca que haya negocios «que piensen ya en el cierre».
Avisan de que las consecuencias para el sector «pueden ser irreversibles» porque todavía arrastran las consecuenicas de la pandemia. Por todo ello, urgen al Gobierno a tomar medidas para atajar la crisis. «La situación se está volviendo insostenible para el país», añade la Federación Gallega de Comercio.