Representantes de los sindicatos educativos gallegos han reclamado este jueves a la Consellería de Cultura, Educación e Universidade que extienda los contratos de refuerzo y apoyo a alumnado con necesidades especiales vinculados al programa ARCO y que se cubran todas las bajas de profesores que se están registrando en los centros, sobre todo ante el contexto de pandemia que está afectando especialmente al alumnado sin vacunar.
Delegados de la CIG-Ensino se han concentrado ante la sede de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP) en Santiago de Compostela para denunciar «la pandemia de los recortes» que sufre el sistema educativo y reclamar «menos ratio y más docentes» para asegurar la atención a los menores, especialmente a los más vulnerables.
En declaraciones a los medios, el secretario nacional de la federación sindical, Suso Bermello, ha censurado que la deriva de la Xunta, que antepone «cuestiones económicas» a las didácticas y sanitarias a pesar de que en los centros educativos se concentra la mayor parte de la población que no ha recibido la vacuna. Todo ello manteniendo la ratio máxima en infantil y primaria «por ese concepto inventado» de los ‘grupos burbuja’ y que ahora se agrava con la falta de cobertura de las bajas y la no ampliación del programa ARCO.
Bermello ha recordado que «no es un hecho nuevo» y que se trata de «la misma pauta» que sigue la Consellería cada año «en vísperas de Navidad, en vísperas de Semana Santa y final de curso», retrasando contrataciones o eliminado la posibilidad de cubrir estas vacantes.
Esta circunstancia se agrava este año ante el contexto extraordinario marcado por la Covid-19, dado que los centros deben atender al alumnado con los cuadros docentes mermados y con situaciones «esperpénticas». Así se ha referido a la «barbaridad» del caso de un docente que debe encargarse de dos grupos burbuja «poniéndose en un corredor», dado que estos menores no pueden recibir aulas juntos.
En la mañana de este jueves, ha trasladado CIG, se mantienen 193 bajas sin cubrir, de las que 131 son de infantil y primaria, a pesar de ser el sector «más castigado sanitariamente» en la actualidad en los centros educativos.
NECESIDADES DE ATENCIÓN
A todo ello ha ligado lo que ocurre con el programa ARCO y, específicamente, la decisión de la Xunta de no ampliar las contrataciones vinculadas a esta iniciativa.
Bermello ha criticado que se mantenga este modelo de contratos «temporales, a media jornada», y que únicamente es «un parche», pero ha matizado que «una vez que existen no tiene sentido que se limiten y se eche a al gente ahora en estas fechas».
Brais Pedreira, del centro San Cosme de Barreiros, explicó que la Xunta anunció estas contrataciones a principios de septiembre pero no llamó a los docentes hasta mediados de octubre y muchos de ellos no se incorporaron hasta mediados de noviembre. Ahora, estos refuerzos serán cesados a 21 de diciembre, después de prestar apoyo únicamente durante «un mes».
«Y como no se cubren las bajas, alguno de estos profesores está dando aulas, cosa que no se permite en el programa y que incluso la inspección persigue», ha denunciado.
Todo ello está provocando que el alumnado con necesidades se quede «a su suerte» y «abandonado», por lo que Pedreira insta a que se cumpla el contrato establecido con estos refuerzos «o incluso que se amplíe» para así garantizar la atención de estos menores.
CRÍTICAS SINDICALES
La situación ha generado malestar entre el resto de organizaciones de la enseñanza pública. De hecho, delegados de CC.OO. Ensino se concentraron el miércoles ante la sede de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade en Santiago de Compostela para exigir la cobertura de bajas médicas en los centros docentes del territorio y denunciar la no prolongación del programa ARCO de apoyo, refuerzo de competencias y orientación, a pesar de que los centros educativos así lo demandan.
El propio sindicato solicitó a la Valedora do Pobo que interceda ante la administración gallega en la cuestión de las incapacidades temporales y la ampliación del programa ARCO y este jueves volvió a reclamar estas cuestiones ante la mesa sectorial docente.
Del mismo modo, ANPE Galicia advirtió en este órgano negociador que el programa tenía una duración de tres meses y «quedó de facto en un mes» y denunció la falta de cobertura de sustituciones tanto en primaria como secundaria.