La confederación de empresarios de Galicia (CEG) recomienda una subida de los salarios durante el año 2022 del entorno del 2% o el 2,5%, pese a que la tasa interanual del índice de precios de consumo (IPC) se sitúa en niveles superiores (5,7% en octubre en Galicia), porque, de lo contrario, de producirse una «escalada», esto «va en contra del empleo» y supone «desmadrar» la situación.
Así se ha pronunciado este martes en un desayuno informativo el presidente de la patronal gallega, Juan Vieites, quien, en cuanto a la reforma laboral, pronostica que «no se va a cambiar» pero sí habrá «acuerdo» en los próximos días que incluirá «pequeñas reformas» legislativas en materia de empleo juvenil, por ejemplo.
Precisamente sobre la ministra de Trabajo, la gallega Yolanda Díaz, el representante de los empresarios gallegos le ha reconocido que es «trabajadora» y «busca siempre el consenso», aunque «quizás no lo ha demostrado mucho en Galicia», pero en el Ejecutivo «sí». Ha descartado pronunciarse sobre la reunión que mantuvo con el Papa porque ese «es un tema político» y a él le corresponden «los empresariales».
Cuestionado por la crisis de Alcoa en A Mariña de Lugo, se ha mostrado convencido de que «tiene que haber una solución», si bien el problema está ahora «enconado». En este sentido, si la multinacional «no quiere» seguir, ha apostado por «alguien que se haga cargo», y ha instado a la empresa a ser «consciente» de que «recibió una serie de ayudas muy importantes» por parte del Gobierno central.
«CONSENSO» EN LA POLÍTICA SALARIAL
Sobre el debate relacionado con la inflación y las nóminas de los trabajadores, Vieites ha apostado por «buscar un consenso dentro del diálogo social», porque, si no, según ha avisado, «alguien va a tener que poner luego el cinturón a todo esto». «Y después nos quejamos», ha avisado.
En este sentido, ha pedido ser «equilibrados», en contra de una «escalada salarial sine die» que, según ha remarcado, es «hacerse trampas al solitario».
De este modo, ha apuntado a un incremento «del 2-2,5%» y ha dicho que podría ser «incluso algo más si ha lugar en algún sector», pero ha rechazado aumentos en «niveles del 5 y pico y 6%» porque eso es «desmadrarse» y «va en contra del empleo». «Lo tengo clarísimo. Llevo años negociando convenios colectivos que producen estabilidad y eso significa que no nos va a ir bien así, si vamos en esta escalada».
CUARENTA AÑOS DE LA CEG
Once meses después de ponerse al frente de la CEG y poner fin a una batalla interna que se prolongó durante años y se llevó por delante a tres presidentes, Juan Vieites ha hecho balance este martes del actual ejercicio y ha reconocido que es precisa la autocrítica pues la organización perdió «años importantísimos».
«La imagen no fue lo mejor que tenía el mundo empresarial. Es lo que quisieron cambiar. Se ha conseguido en cierta medida. Y es la hoja de ruta», ha apuntado.
En cualquier caso, y a preguntas de los periodistas, ha admitido «algún error en la utilización» de fondos públicos en el pasado pero ha precisado que se está «remontando a hace 20 y tantos años», junto a «una mala gestión» con «el famoso ‘Pexga’ de internacionalización». «Pero bueno, eso se corrigió, se ha asumido la situación que se creó en aquel momento. Y está finiquitado», ha resuelto.
REFORMA LABORAL
Sobre la reforma laboral, aún en negociación, Vieites cree que habrá acuerdo «para que Bruselas permita que los fondos ‘Next Generation’ lleguen de manera fluida».
No obstante, ha considerado que «se pueden abordar cuestiones que han estado sobre la mesa», como el empleo juvenil, los convenios, la temporalidad en función de los sectores. «Pero no esto de que la reforma laboral se va a cambiar totalmente», ha confrontado.
Eso, según ha ahondado, «sería incongruente con la situación actual, porque se sigue creando empleo con la reforma de 2012». Además, ha matizado que «donde hay más temporalidad es en la administración pública», por lo que ha recomendado «empezar por ahí».
BALANCE Y RETOS PENDIENTES
En su balance, el presidente de la CEG ha destacado haber estado «a la altura en temas cruciales» y ha demandado «avanzar en la cohesión» y el desarrollo de la Eurorregión, en el impulso de las infraestructuras pendientes y la formación profesional, entre otros ámbitos.
Sobre los ‘Next Generation’ ha insistido en que le preocupa su llegada «efectiva» al tejido empresarial y ha reiterado que «faltan procedimientos claros» y «coordinación entre la administración central y autonómica». «Hay muchas lagunas aún», según ha señalado.
En este escenario, ha reclamado «políticas prudentes, lúcidas y muy calibradas», ya que «a veces se lanzan al ruedo algunas políticas que lo único que hacen es» reducir competitividad, lo que ha ejemplificado en materia energética.
Ante la crisis de materias primas, ha reivindicado «medidas adecuadas para evitar estas distorsiones graves» y en el caso concreto del corredor atlántico de mercancías ha exigido «no colocar» a Galicia en una situación «periférica» sino como «puerta de entrada» de América en Europa.
También ha tenido palabras para la «desventaja competitiva que supone» para Galicia la imposición de peajes en autovías y ha valorado las medidas fiscales anunciadas por la Xunta para el año que viene, al verlas «en el buen camino». «Pero los empresarios debemos analizar si esta reforma es suficiente para evitar la huida de empresas a otras zonas con tratamiento fiscal más favorable», ha advertido.
Otro tema que ha tocado es el de la «falta de mano de obra», un «problema acuciante, en especial para determinados sectores» como construcción o industria naval, ante el que pide «paliar deficiencias del mercado laboral».
Por último, acerca de la reforma de las pensiones, ve «necesario un sistema que sea sostenible» y ha recordado que hubo una propuesta que la patronal «no tuvo más remedio» que rechazar «porque escalonaba la subida a lo largo de 12 años y aumentaba cotizaciones para recaer la carga sobre las empresas», y «eso normalmente tiene efectos negativos sobre las empresas».