Activistas de Greenpeace se han adentrado este lunes en la planta regasificadora que la empresa Reganosa tiene en Mugardos (A Coruña), donde han escalado hasta la parte superior de uno de sus tanques para mostrar algunas pancartas con el lema ‘El gas es caro y contamina’.
La acción, que ha sido grabada y difundida por los activistas, se ha desarrollado «para demandar su cierre y pedir a la clase política y a las empresas energéticas un plan de abandono progresivo del gas», han trasladado, dado que «la dependencia» de este elemento «es el causante de la subida del precio de la energía y de la emergencia climática».
La asociación advierte que se trata de «un combustible fósil contaminante, como lo son el petróleo o el carbón». «Hemos venido a uno de los lugares donde se genera tanto la crisis energética como la climática para decir que el gas no es la solución a ninguna de las dos cosas», ha manifestado Francisco del Pozo, responsable de la campaña para la eliminación de los combustibles fósiles en Greenpeace España.
Así, ha advertido de que «el mal llamado gas natural» se vende como «un combustible verde y de transición», cuando «en realidad es un destructor del clima que está llevando a los hogares a padecer altas tarifas de luz y calefacción».
La protesta realizada este lunes por Greenpeace cuenta con el apoyo de representantes del Comité Cidadán de Emerxencia para la ría de Ferrol.
Desde Reganosa, por su parte, ha rechazado valorar la protesta. «No comentamos asuntos de orden público, seguimos centrados en garantizar la seguridad del suministro eléctrico y posibilitar la transición», han zanjado.