Luís Rodríguez Patiño, sacerdote de la parroquia de Momán, en Xermade (Lugo), no descarta celebrar más misas contra el cierre de centros sanitarios, la necesidad de Internet para obtener cita para ir al médico y la marcha de oficinas bancarias en zonas del rural.
Y es que este párroco oficiaba el jueves una ceremonia al pie de la carretera que une Momán con As Pontes (A Coruña) para celebrar el arreglo de la vía, con la presencia del presidente de la Diputación lucense, José Tomé, y otros miembros del gobierno provincial. La reivindicación de una reforma de esta carretera ya había sido el foco de actos religiosos previos similares.
«Por esa carretera no habrá más misas, habrá por otras carreteras. Y no es porque haya misa, el sacerdote no solo está para la palabra de Dios, sino que tiene que ser voz y eco de las injusticias y los problemas de la sociedad. Esa es la encarnación de Cristo en la realidad humana», proclama.
El religioso constata que la carretera, de titularidad provincial, «quedó bien, aunque llega un poco tarde». «En su momento era una carretera de mucho tránsito puesto que As Pontes ejercía mucha atracción por el trabajo o para hacer las compras», recuerda.
Visto el éxito tras la reparación de la vía, ahora mira hacia las vías de la Xunta: «Hay algunas que están sin arreglar y si viene un tractor o te metes en la cuneta o en el campo, y eso es peligroso».
Sobre todo, se ha fijado en «una carretera que conecta Momán con la carretera que va de As Pontes a Vilalba que es de la Xunta, y ya se hizo alguna misa». «Yo soy el cura de todos», suelta Rodríguez Patiño, para desmarcarse de cualquier adscripción política.
Así, el párroco hace un dibujo «general de todas las carreteras, porque se está violando el artículo 14 de la Constitución, ahora que se habla tanto de ella, que es que somos todos iguales».
«Pagamos impuestos igual y tenemos por desgracia, en el rural, los peores servicios del mundo. Yo vivía con mis padres en Inglaterra y no nos queríamos marchar de la zona rural porque teníamos de todo. Aquí, no», protesta.
En este sentido, recalca que el rural también «merece una misa» ahora que se están «cerrando centros médicos y también bancos que les tuvimos que dar dinero», en referencia al rescate. Y va más allá en sus quejas: «No tenemos casi conexión (por Internet) aquí, y nos piden conexión para los bancos y para todo».