La hora extra otorgada por el nuevo protocolo para el ocio nocturno, que permite que los locales abran hasta las 4,00 de la madrugada, ha sido un éxito en Ourense, con gran afluencia a las pistas de baile sin altercados en la calle.
La Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Ourense organizó, para la madrugada del sábado al domingo, una jornada de puertas abiertas para que los medios pudiesen presenciar cómo trabaja la Policía Local en una jornada de fin de semana y las diferentes actuaciones que se realizan frente al botellón en la ciudad.
La actividad comenzó con la llegada del turno de noche a la Jefatura de la Policía Local, donde el jefe de servicio distribuyó las unidades para participar en el dispositivo. En concreto un oficial y siete policías que se repartieron en tres patrullas de dos policías cada una, más una unidad de policía autonómica compuesta por otros dos policías de apoyo.
Una vez en la reunión, distribuyeron también las zonas a cubrir por cada una de las patrullas y se informó a cada una de las novedades en vigor sobre el nuevo plan de ocio nocturno de la Comunidad Autónoma.
Así pues, Manuel Sánchez, jefe de servicio, fue el encargado de trasladar que, hasta las 2,00 de la mañana, las actuaciones se centrarían en los controles de cartelería y aforos. «Tienen quetener un cartel indicando si son C1 o C2, es decir si tienen permiso hasta las 4,00 horas», además de lo que ya exigían con anterioridad, «el aforo del local en situación normal y el porcentaje de aforo que podían tener en la actualidad».
Pero, además de ese cartel, para poder permanecer hasta las 4,00 hay que cumplir una serie de requisitos que fueron comprobados por la Policía Local, «mayoritariamente cuestiones higiénico-sanitarias» –tiene que haber un mayor porcentaje de hidrogeles, cumplir la separación y contar los empleados con un curso de formación especializado–.
BOTELLONES «A LA BAJA»
Al respecto no hubo incidentes. Los pubs pidieron el certificado covid-19, una PCR hecha 72 horas antes o una prueba de antígenos de 48 horas antes y se respetó la normativa. La policía no detectó incidencias.
Así pues, los que tienen las dos Compostelanas, el nivel 2C, pudieron llenar el 75% de capacidad en su interior, una condición que reunió a más gente que en citas anteriores, sucediéndose las colas y desapareciendo botellones y peleas de noches anteriores.
«Hemos prestado especial atención a los grupos de gente en la vía pública porque ahora mismo se puede reunir sin limitación, pero lo que no se puede es consumir por la calle. Ha habido noches de muchos botellones pero esa tendencia ya hemos visto que ha ido a la baja», dijo Sánchez antes de trasladar que no hubo que intervenir en ningún botellón, aunque sí acudieron a una calle del casco antiguo «por una falsa alarma».
Con todo, no solo ayudó la apertura de los pubs hasta más tarde, sino también que la inclemencia meteorológica por fuertes lluvias durante una gran parte de la jornada impidió las reuniones en la calle.
Las intervenciones de las noches se resumieron en problemas vecinales por ruidos, que no pasaron a mayores, y en la resolución de dos conatos de peleas que tampoco fueron a más.