El vicepresidente segundo de la Xunta, Francisco Conde, ha reclamado que el Memorando de Entendimiento (MoU) propuesto por Alcoa en el que esta no iniciaría el despido hasta dentro de un año y mantendría las operaciones de la planta de Cervo (Lugo) represente «un contrato de venta efectivo» de la misma, en lugar de «una declaración de intenciones».
Preguntado por los medios antes de visitar el Centro de Supercomputación de Galicia, ha recalcado que la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) junto a la Xunta, los sindicatos y la representación de los trabajadores y el Gobierno que sugirió Alcoa debe representar «un contrato de venta efectivo» que implique que la empresa entregue la planta y que el Ejecutivo establezca «un precio eléctrico competitivo».
En este sentido, ha denunciado que «tanto el Gobierno como Alcoa deben sentarse y deben tomar decisiones» tras «dos años con declaraciones de ambas partes». Así, ha señalado que la empresa «traslada que quiere vender» y el Gobierno afirma que desarrollará un marco energético competitivo, pero «ninguno de los compromisos se está cumpliendo».
Por ello, el vicepresidente económico del Gobierno gallego ha puesto el foco en que hay cuatro socios industriales con un proyecto para viabilizar la planta, por lo que ha considerado «razonable» que el Gobierno y la multinacional no trasladen «declaraciones de intenciones en las reuniones». Así, ha reprobado que «no haya un compromiso clave» tras «más de un año y medio», por lo que ha subrayado que «se precisan concreciones» y que, «a partir de ahí, la Xunta estará en la solución» que se aborde para la factoría de Cervo.
En este sentido, ha vuelto a defender que «todo comienza» con el establecimiento de un marco para la industria electrointensiva por parte del Gobierno, ya que, según ha asegurado, con un «precio competitivo» es «posible» producir aluminio primario en España, pero ha afirmado que sin él no se puede llevar a cabo esta actividad.